ENTREVISTA CAPITAL | JUAN GÓMEZ VOGLINO, EXFUTBOLISTA

Juan Gómez Voglino: “Haber jugado en el Elche fue una experiencia maravillosa, pero me hubiera gustado irme con el equipo en Primera”

El exfutbolista argentino rememora sus años en el Elche CF, los entrenadores que marcaron su carrera y las experiencias que nunca olvidará como el gol en su debut ante el Atlético de Madrid o su tanto en la inauguración del Martínez Valero
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Iván Hurtado
14 de agosto de 2025 - 21:23

Juan Gómez Voglino es un exfutbolista argentino nacionalizado colombiano. Tras su paso por Atlanta, donde tuvo un papel destacado convirtiéndose en el máximo goleador del club argentino, Voglino tuvo un paso destacado por el Elche CF, llegando a disputar un total de 171 partidos con el club franjiverde y anotando 53 goles.

 

Juan Gómez Voglino revive en esta entrevista su paso por el Elche CF, una etapa marcada por goles históricos, amistades duraderas y experiencias inolvidables dentro y fuera del campo. Desde su debut con un tanto frente al Atlético de Madrid hasta el gol que inauguró el Martínez Valero, Voglino recuerda con cariño los entrenadores que marcaron su carrera y la adaptación a la ciudad y al equipo. Hoy, en Colombia, continúa ligado al fútbol a un nivel más relajado, pero mantiene intacta la pasión por el deporte que lo llevó a brillar en Argentina, España, Colombia y Venezuela.

 

  • ¿Qué es de su vida actualmente y a qué se dedica?

 

Actualmente estoy viviendo en Colombia. Después de que fuese a jugar a Millonarios en el año 79, fui un año a Venezuela y después ya volví. No jugué más, mejor dicho, no me contrataron más. Empecé a entrenar en una universidad, después en unos clubes campestres y luego en equipos de empresas. Con otros amigos también trabajé en escuelas de fútbol. Actualmente estoy en un torneo de los papás de los colegios más importantes de acá de Bogotá. Siempre hago algo relacionado con el fútbol, pero ya a un nivel más tranquilo.

 

  • ¿Cómo se produjo su llegada al Elche CF? ¿Quién fue la persona clave en su fichaje?

 

El clave fue Pipo Rossi, que nos había dirigido a Rubén Cano, a Osvaldo Cortés y a mí en Atlanta, en el año 73, que fue la mejor campaña de ese equipo en Argentina hasta la fecha. Al año siguiente lo contrata el Elche y él fue el que nos llevó a España, gracias a Dios, porque ahí tuvimos la fortuna de estar mucho tiempo. Yo estuve cinco años, Rubén Cano estuvo dos y después lo transfirieron al Atlético de Madrid y Cortés estuvo tres o cuatro años también y fue al Valladolid. La experiencia fue maravillosa, porque íbamos acompañados, éramos tres compañeros de Argentina y, además, con el míster que nos conocía de allá.

 

  • ¿Qué sintió la primera vez que pisó la ciudad de Elche?

 

La llegada fue de noche, porque viajamos en verano. Hubo un problema de conexión de Madrid a Alicante y nos tocó ir en un taxi con Osvaldo Cortés y con el empresario que colaboraba en la negociación. Rubén Cano hacía 15 días que estaba ahí. Llegamos de noche, pleno verano, y como te imaginarás, la gente estaba toda en Santa Pola y en los chalets. Entonces, la primera sensación era de que no había gente, pero no, mentira, Elche era y sigue siendo una ciudad muy importante industrialmente, y la fuimos conociendo de a poco.

 

  • ¿Y la primera vez que se puso la camiseta del club?

 

La primera experiencia fue con algunos entrenamientos, porque el equipo estaba en Mallorca jugando amistosos. Después, la primera experiencia de verdad fue contra el Atlético de Madrid en el Altabix, porque en la primera fecha contra el Salamanca no pudimos jugar por cuestiones reglamentarias. Esa primera vez fue contra el Atlético de Madrid y, por suerte, ganamos 1-0 con un gol mío.

 

  • ¿Cómo fue su adaptación al equipo y al estilo de vida en Elche?

 

La adaptación al equipo fue muy buena. No solo estaban Rubén y Cortés, sino también Ramón Cabrero, otro argentino; y tres paraguayos: Aníbal Montero, González y Escobar Había varios sudamericanos, así que interpretábamos el fútbol que quería Pipo Rossi, que no era tan rígido como los místeres españoles. En esa época se jugaba 4-3-3 y con marcas personales. Nosotros tratábamos de darle más fútbol a la gente y eso se logró en la primera temporada. Con los compañeros, ni hablar: una maravilla. Una amistad que duró muchos años y que el tiempo no borró, aunque nos alejamos porque yo me vine a vivir a Colombia en el 79 y volví a España sólo esporádicamente.

 

  • ¿Sigue en contacto con excompañeros del Elche o de otros equipos donde jugó?

 

Con los del Elche no tanto. Cuando viajé sí estuve con varios amigos, pero yo no soy de viajar mucho. Estoy más en contacto con la gente de Argentina, estoy más cerca. He ido un par de veces más seguido y me han hecho algún homenaje en Atlanta por ser el goleador histórico. Este año, casualmente, estuve allá unos 15 días y sí, estoy más en contacto con ellos. Pero no faltará la oportunidad de ir a España y volvernos a encontrar con todos esos amigos.

 

  • ¿Tiene alguna anécdota especial del vestuario o de algún partido con el Elche que pueda compartir?

 

Sí, hay muchas historias y muchas anécdotas. Lo que pasa es que las anécdotas son válidas en el momento que ocurren y en el ámbito del grupo de jugadores y de compañeros. Después, uno las cuenta y a veces pierde la gracia. Pero sí, cada viaje era una anécdota, porque viajábamos mucho en autobús y las paradas que hacíamos eran para alimentarnos. En cada ciudad, sobre todo el primer año que íbamos conociendo, nos aferrábamos a los consejos de los compañeros y, sobre todo, de Paco, el utillero, que era un personaje que sabía en cada ciudad qué había que visitar, dónde recorrer y los buenos sitios para comer, sobre todo.

 

  •  ¿Dónde vivía usted durante su etapa como jugador en Elche?

 

Tuve varios domicilios. No me acuerdo de las direcciones, pero viví en el centro, después a una calle de la plaza del mercado y luego tuvimos un apartamento en una avenida saliendo de Elche. En todos los lugares hice buena amistad con los vecinos de los edificios y con la gente en general. El trato que recibí yo y mi familia en esa época, y me imagino que Rubén y Cortés también, fue maravilloso.

 

  • ¿Cuál era su comida preferida mientras vivía en Elche?

 

Nos adaptamos rápidamente. Me acuerdo que había una venta en el camino a Santa Pola donde se comían costillas de cordero con tortilla de patatas y ensaladas. Cuando íbamos al antiguo Benidorm, donde veraneamos un par de años, lógicamente la paella. 

 

  •  ¿Había algún lugar en Elche donde le gustara “perderse” o desconectar?

 

En esa época la gente nos respetaba mucho a los jugadores. Éramos figuras del momento y en la calle la gente lo paraba a uno y lo saludaba. No había celulares, entonces no había tantas fotos. Yo y mi familia éramos muy de la casa, de estar en familia y reunirnos con amigos españoles y sudamericanos. No tenía un sitio preferido, quizá el parque y la plaza principal, donde creo que todavía está la oficina del club.

 

  •  ¿Cómo se dio su salida del Elche?

 

Fue algo impensado. Bajamos a Segunda y hasta el último partido queríamos subir a Primera, pero no pudimos ganar. La economía se complicó por la construcción del nuevo estadio, el Martínez Valero. Don Manuel, que era el presidente, nos dijo a los que no éramos nativos de España que si teníamos alguna oferta mejor, la iba a considerar. Finarolli se fue a Argentina, Cortés creo que también emigró, y a mí me apareció una oferta de Millonarios de Colombia, que me acercaba un poco a mi tierra. Aunque después de cinco años las raíces estaban divididas, se hizo la negociación. En principio era por poco tiempo, después se alargó el contrato y me fui quedando por trabajo y por otras cosas. Al final, ni hago la cuenta de lo que llevo aquí, 46 años.

 

  •  ¿Qué diferencias nota entre el fútbol de su época y el actual?

 

Muchas. Si digo que el de ahora no me gusta y es una blasfemia, sería no reconocer lo que está pasando ahora, pero me parece que el dinero que se está moviendo a nivel mundial ha perjudicado un poco el romanticismo que teníamos nosotros. Nosotros queríamos jugar mejor que el contrario y era una locura, pero íbamos al Bernabéu a querer ganar, o al Camp Nou. Ahora no: ahora es todo una especulación, es el que más corre y no el que mejor juega. 

 

Es distinto, cambió la vida, cambió todo. Ahora hay redes sociales; antes era todo muy tranquilo. Pero es lo que hay y hay que aceptarlo. Si me das a elegir, me quedo con el de antes.

 

  •  ¿Qué entrenador recuerda con más cariño de su etapa en el Elche y por qué?

 

Lógicamente Pipo Rossi, el número uno, sobre todo por la amistad. No solo por lo que habíamos compartido en Argentina, sino también con la familia. Pipo vivía solo en el Huerto del Cura y la amistad era muy grande: venía a comer a mi casa, a la de Rubén, a la de Cortés.

 

El segundo año terminamos con Marcel Domingo, que tenía otro temperamento y otra idea. El tercer año, con Felipe Mesones, fue espectacular. Compartimos mucho y fue quien, en parte, me cambió la mentalidad. Yo jugaba de una manera y él me hizo entender que lo mío no estaba desfasado, pero que había que renovarlo. Me cambió la forma de jugar y se lo agradezco de por vida.

 

Después, el último año, con Heriberto Herrera, el paraguayo, que también era una persona muy especial por su forma de ser, y con Lezcano, que era su ayudante, también compartimos mucho, sobre todo en comidas y en una amistad fuera de los entrenamientos y de los partidos.

 

  • Usted también tiene el honor de haber marcado un gol en la inauguración del Estadio Martínez Valero. ¿Cómo vivió esos momentos y qué recuerda de ese estadio?

 

Sí. Nosotros vivimos toda la etapa de la construcción, que era un sitio fuera de El Cid. Entonces la gente decía que cómo nos íbamos a ir de Altabix, que estaba prácticamente en el centro, y uno podía ir y volver caminando, a un sitio apartado, que al final, ya está dentro de la ciudad. 

 

Vivimos toda la etapa de la construcción. Después, cuando ya estaba terminado, hicimos algunos entrenamientos y la inauguración fue contra la selección mexicana. Yo tuve la suerte de marcar uno de los goles esa noche. El estadio estaba al 90 % terminado y al 100 % de la taquilla. Fue una noche muy especial.

 

  •  Usted ha sido el máximo goleador de la historia de Atlanta, ha ganado títulos y ha sido un jugador reconocidísimo tanto en su país como en España y Colombia. Pero, ¿cuál ha sido su momento más feliz en su carrera deportiva?

 

En Atlanta tuve la suerte de hacer muchos goles y compartir la mejor campaña del equipo, aunque no fuimos campeones. Tuve un paso por Chacarita Juniors, cuando yo jugaba en un equipo de tercera categoría y estuve a préstamo, y terminé en el plantel, y el equipo salió campeón: fue una gran alegría lo de Atlanta. 

 

También fue maravilloso lo de Elche, el sufrimiento de no descender, pero siempre con la convicción y la idea de jugar mejor que el contrario. 

 

Y aquí, en Millonarios, que es uno de los equipos grandes junto con Nacional de Medellín y Deportivo Cali, tuve unas etapas en las que no campeonamos, pero hacíamos buenas campañas. El sistema del torneo se clasificaba por unos cuadrangulares finales y, en esa época, el América de Cali arrasaba con todos porque tenía un poder económico superior a todos y contrataba jugadores de todas las selecciones de Sudamérica. 

 

En general todo lo disfruté, porque el último año que estuve en Venezuela, en la Universidad de Los Andes, tuve la suerte de salir campeón. Lo que pasa es que el fútbol venezolano estaba empezando; la organización todavía no estaba muy arraigada, pero sí fue una buena experiencia.

 

  •  ¿Cuál fue el momento más emotivo en el Elche?

 

En general, muchos partidos. De visitante nos costaba bastante, pero de local siempre los equipos sufrían, sobre todo en Altabix. En el Martínez Valero, al principio, nos costó adaptarnos un poco al estadio, al terreno de juego, a muchas cosas, pero en la tercera temporada, con Felipe Mesones, hicimos una muy buena campaña.

 

  •  ¿Tuvo alguna lesión grave que marcara su trayectoria profesional?

 

Sí. Los primeros tres años estuve bien, algún golpe, pero bien. El cuarto año, temporada 77-78, fue la del descenso con Roque Olsen. Tuve un desgarro de recto anterior que no se curó bien. En esa época había que ir a Barcelona a terminar de curarse y no funcionó. Se complicó con el descenso y en la pretemporada siguiente me tocó una cirugía. Me atrasó un poco incorporarme al equipo, que empezó con un entrenador, Fernández Mora, y después terminamos con Heriberto. Y por un punto no subimos a Primera.

 

  •  Dice quién le ha visto jugar que usted era un centrocampista goleador, con mucha calidad. Para los jóvenes que no pudieron verlo jugar, ¿a qué jugador actual diría que se parece su estilo de juego?

 

Es muy difícil. Era todo distinto. Se jugaba 4-3-3. Los volantes tenían su función: el volante central marcaba; el volante por derecha colaboraba más en la defensa; el volante por izquierda, que era yo, a pesar de no ser zurdo, no marcaba tanto pero tenía la obligación de acompañar a los delanteros, que eran dos punteros y un delantero centro, y la obligación de hacer goles. 

 

Entonces se me facilitaba porque siempre, desde pequeño, tuve buena pegada de balón. En Argentina tuve entrenadores que me hicieron trabajar en esa función. En Elche cobraba las faltas, cobraba los penaltis… pero no sabría con quien compararme ahora, no. Por ejemplo, ahora parece que el objetivo es correr más y no jugar tanto; nosotros queríamos jugar más y correr menos.

 

  •  ¿Cómo ha vivido el reciente ascenso del Elche?

 

Estoy enterado. Es una alegría muy grande, porque el Elche siempre ha merecido estar en Primera. Tuvo sus altibajos, llegó a estar hasta en Segunda B, pero la afición se merece estar en Primera y que vaya al Real Madrid, que vaya al Barcelona, los equipos grandes. Entonces, una alegría grande y una felicidad para todos.

 

  • ¿Hay algo que le hubiera gustado hacer en el Elche y que se quedó pendiente?

 

Haber llegado a una copa europea, a la UEFA. Ser campeón era muy difícil y eso estaba adjudicado a tres o cuatro, ni siquiera cinco. Pero sí, haber competido en Europa para ganar esa experiencia. Además, entre todos hicimos todo lo humanamente posible para mantenernos en Primera hasta que bajamos, y sí me hubiera gustado despedirme con el Elche en Primera.

 

  •  ¿Qué expectativas tiene sobre lo que puede hacer el Elche esta temporada?

 

Creo que el objetivo debe ser el de la permanencia. Por lo menos el nuestro, cuando llegamos, era mantenerse en Primera. Ahora que consiguieron el ascenso, depende muchas veces de las incorporaciones, de la parte económica, que, vuelvo y repito, ahora está desbordada y termina siendo una locura. Pero ojalá los directivos manejen bien eso y que el planeta se concientice de que el equipo tiene que estar en Primera y mantenerlo.

 

  •  ¿Qué futbolista sudamericano ficharía usted para el Elche, dentro de las posibilidades económicas que pueda tener la entidad?

 

Aquí en Colombia están saliendo muchos jugadores. Lo que pasa es que los mercados más poderosos económicamente son los que primero se los llevan y ya se están llevando a sus 19 o sus 20 años. Ya no esperan a que jueguen dos o tres buenas temporadas. Pero en general sí ha habido colombianos que han tenido nivel y buenas experiencias. Sería ver cuáles son las necesidades y tratar de recomendar a alguien si es que me piden opinión.

 

  •  ¿Qué significa para usted el fútbol hoy, después de haberlo vivido como jugador, y aficionado?

 

Me duele no seguir jugando, pero los años pasan y hay que aceptarlo de esa manera. Disfruté muchísimo los 14 o 15 años que pude jugar, viajé todo lo que pude, tuve unos compañeros maravillosos en Argentina, en España y aquí en Colombia. Y ahora hay que aceptarlo como es. El fútbol es este, se juega de esta manera. Han incorporado unas cosas técnicas que no comparto, como el VAR y otras cosas, pero bueno, es lo que hay y hay que adaptarse. Pero sigue siendo el mejor deporte del mundo.

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