La investigación comenzó cuando uno de los detenidos acudió a la Comisaría de Elche para denunciar que había sido estafado. Este hombre había pagado 700 euros a otro varón para ser empadronado en su domicilio, a pesar de que nunca residiría allí. El denunciante descubrió que, aunque inicialmente fue empadronado, al día siguiente fue dado de baja, lo que lo llevó a denunciar la situación.
Agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras investigaron el caso y descubrieron que un tercer hombre también había realizado la misma operación fraudulenta para obtener la residencia temporal.
Los tres individuos fueron detenidos por falsedad documental, y el principal investigado también enfrenta cargos por estafa. Todos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Elche.