La Universidad Miguel Hernández ha acogido esta mañana la presentación del informe “Tomando el pulso a la salud mental. Una visión desde dentro” durante la celebración de la III Jornada Científico-Profesional organizada por el Centro de Investigación de la Infancia y Adolescencia, en el marco del proyecto EMO-CHILD. Un encuentro en el que investigadores, profesionales, familias y adolescentes han compartido reflexiones y propuestas sobre el estado del bienestar emocional en la infancia y la adolescencia.

El acto ha contado con la presencia institucional de la concejala de Infancia, Familia y Mayores del Ayuntamiento de Elche, Aurora Rodil, y de la representante del Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana, Concepción Sánchez-Beltrán, quienes han coincidido en la necesidad de trabajar de forma coordinada entre administraciones y profesionales para garantizar la salud mental de las nuevas generaciones.

La investigadora principal del estudio, la catedrática Mireia Orgilés, ha sido la encargada de dar a conocer los resultados del informe, elaborado a partir de un seguimiento longitudinal realizado por el grupo AITANA de la UMH. El trabajo analiza las percepciones de niños, adolescentes, padres, madres y educadores sobre los principales desafíos que afectan a la salud mental en el contexto actual.

Según el informe, la ansiedad, la depresión y la falta de regulación emocional aparecen como problemas en claro aumento. Tanto jóvenes como adultos perciben una baja tolerancia a la frustración y una creciente dependencia emocional, influida por factores como la sobreprotección o la escasa educación en valores desde edades tempranas. Además, las redes sociales, aunque valoradas como herramientas útiles, se identifican como una fuente de riesgo por su papel en la comparación social y la disminución de la autoestima.

La figura del psicólogo es muy bien valorada por todos los colectivos, aunque el acceso a atención profesional sigue siendo limitado por los costes, los tiempos de espera y el estigma. En este sentido, el estudio recoge la demanda unánime de incorporar profesionales de la salud mental a los centros educativos y mejorar la atención pública para dar respuesta a una realidad creciente.

Uno de los momentos clave de la jornada ha sido la intervención del terapeuta familiar Antonio Ríos, quien ha abordado la adolescencia como el periodo más complejo del desarrollo. Ríos ha explicado que es una etapa marcada por profundos cambios emocionales y conflictos internos, y ha insistido en la necesidad de acompañar a los adolescentes con comprensión, presencia y apertura al diálogo, sin caer en la imposición, pero manteniéndose como referentes estables.

La jornada ha ofrecido también una mirada coral, con la presentación de 50 propuestas elaboradas por el comité de expertos de Observainfancia.es y debatidas por profesionales del ámbito educativo y clínico, así como por orientadores, padres y alumnos. Estas propuestas insisten en integrar la salud mental en el currículo escolar y convertirla en una prioridad transversal para las políticas públicas.

El mensaje final ha sido claro: la salud mental infantil necesita más prevención, más presencia profesional en los entornos educativos y más espacios de escucha activa donde niños, adolescentes y familias puedan sentirse acompañados.