El salón de plenos del Ayuntamiento fue escenario ayer de un encuentro clave para definir el futuro urbanístico del municipio. Presidido por el alcalde Pablo Ruz, y con la participación del concejal de Vía Pública, Claudio Guilabert, el acto reunió a representantes de los Colegios de Arquitectos e Ingenieros, la Universidad Miguel Hernández (UMH), entidades sociales locales, técnicos municipales y un experto meteorólogo.
El objetivo de la reunión era abordar las líneas generales de un plan estratégico municipal, con especial énfasis en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Sin embargo, una de las principales preocupaciones transmitidas por los asistentes fue la prolongada tramitación de este instrumento urbanístico, que puede llegar a extenderse entre 12 y 15 años. La demora genera incertidumbre y dificulta la planificación de proyectos futuros, ya que el PGOU está supeditado a una normativa compleja que incluye la Ley del Palmeral, una normativa autonómica que protege este Patrimonio de la Humanidad.
El impacto del cambio climático, un eje central
Otro tema destacado fue la creciente incidencia del clima en la planificación urbanística, especialmente debido a la ubicación geográfica del municipio, que lo hace vulnerable a fenómenos extremos. Los asistentes reflexionaron sobre la necesidad de considerar el cambio climático en los proyectos futuros, señalando los riesgos asociados a lluvias torrenciales, temperaturas tropicales y otros episodios meteorológicos que pueden poner en peligro infraestructuras y viviendas.
El alcalde Pablo Ruz destacó que el gobierno municipal ya está trabajando en la adopción de medidas preventivas. Entre ellas, señaló la importancia de detectar con antelación episodios de riesgo y alertar a la ciudadanía en casos de crecidas o situaciones de emergencia.
Peticiones de continuidad en las políticas urbanísticas
Además de abordar la revisión del PGOU y la influencia del clima, los asistentes hicieron hincapié en la necesidad de que las estrategias urbanísticas adoptadas tengan continuidad en futuras legislaturas. “La falta de estabilidad en las líneas generales de actuación puede perjudicar el desarrollo a largo plazo del municipio”, señalaron representantes del ámbito académico y social.
En paralelo, la reunión permitió abordar otros asuntos de interés relacionados con el urbanismo local, como la conservación del Palmeral, la integración del patrimonio cultural y arqueológico en los nuevos desarrollos, la protección del paisaje y el impulso de la agricultura como motor económico y social.
Un reto conjunto
El encuentro puso de manifiesto la complejidad de la planificación urbana en el municipio y la necesidad de establecer un diálogo constante entre los diferentes actores implicados. Según palabras del concejal Claudio Guilabert, “es fundamental que todas las partes involucradas trabajemos juntas para garantizar un urbanismo sostenible, que respete nuestra identidad local y se adapte a los retos del futuro”.
Con este encuentro, el Ayuntamiento ha dado un paso importante hacia la definición de un plan estratégico municipal inclusivo y sostenible, aunque queda por delante un arduo camino para convertir estas reflexiones en acciones concretas.