El pasado lunes cerraron la jornada de Primera División y Segunda División, CA Osasuna y Elche CF. Mis dos equipos. Los franjiverdes se impusieron de forma contundente al AD Alcorcón y los rojillos al Deportivo Alavés, lo que significa que sus objetivos están cada día más cerca en esta temporada 2023/2024. Un doble enfrentamiento que me llevó a recordar que estaban compitiendo los dos equipos de fútbol que más me han marcado a lo largo de mi vida.

El club de mi infancia, el de Lanas, Ostivar, Tirapu, Otiñano y el de ‘El Tigre de Alpedrete’, Sánchez Rubio; y el que nos hizo vibrar a todos los navarros, dirigido por Pepe Alzate, con Clemente Iriarte como maestro de ceremonias y una tripleta atacante formada por Echeverría, Iriguibel y Martín. El llamado ‘equipo de los indios’, como lo definió el entonces técnico del Valladolid, Paquito, porque aparecían por todas partes, y que logró el ascenso a Primera División en La Condomina con un gol de Txuma Rández. Y el que me dejó huella en aquella retrasmisión televisiva, que enfrentó a Elche CF con el Pontevedra CF, un 19 de diciembre de 1965, con la voz inconfundible de Matías Prats.

Aquel día, a muchos kilómetros de Elche, desde tierras navarras, me quedé prendado de la franja de la camiseta de los ilicitanos y por un jugador llamado ‘Lico’. Siempre recuerdo que después de ver aquel partido en una vieja Telefunken, mis amigos incluso me llamaban con el nombre del futbolista de Rafal cada vez que le pegábamos patadas a un balón. ¿Quién me iba a decir entonces que iba a estar durante 31 años siguiendo los pasos, como periodista, del equipo ilicitano en el que viví tres ascensos a Segunda División, en Barakaldo, Melilla y Villarreal; y dos a Primera División, en Granada y Almería? Conociendo por el camino, futbolistas de prestigio vistiendo dicha zamarra como Miguel, Bracun, Nino, Sixto, Jorge Molina, Claudio… y mucho otros más que han ido haciendo grande al conjunto de la ciudad ilicitana.