ENTREVISTA CAPITAL | MARCELO TROBBIANI, EXFUTBOLISTA

Marcelo Trobbiani: “Estoy orgulloso porque la gente me recuerda como uno de los mejores jugadores de la historia del Elche”

Marcelo Trobbiani, el único futbolista que logró levantar un Mundial perteneciendo al Elche CF, repasa su vida, sus recuerdos y su vínculo eterno con la ciudad y el club ilicitano
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Iván Hurtado
10 de agosto de 2025 - 00:00

Marcelo Trobbiani es una leyenda viva del Elche CF y el único futbolista en la historia del club que ha levantado un Mundial perteneciendo a la entidad franjiverde, cuando lo lograse en el mundial de México con su selección Argentina en 1986. Trobbiani es un exfutbolista y exdirector técnico argentino nacionalizado español que se desempeñaba en la posición de volante ofensivo. Es recordado como un talentoso 10 ofensivo con mucha técnica y creatividad.

En esta entrevista, repasa con emoción su carrera, su llegada a Elche, sus mejores recuerdos, y el profundo vínculo que mantiene con la ciudad ilicitana y su gente. Entre anécdotas, reflexiones sobre el fútbol de ayer y hoy, y su experiencia tanto como jugador como entrenador, Trobbiani nos muestra la pasión que siempre le ha unido al fútbol y a la tierra que ahora llama hogar.

  • ¿Qué es de su vida actualmente y a qué se dedica?

Actualmente estoy ya retirado. Lo único que hago es jugar con los veteranos del Elche Club de Fútbol; entrenamos una vez a la semana y estoy con mis amigos. Estuve trabajando en Ecuador ocho años y ahora llevo dos años jubilado en Elche.

  • ¿Cómo se produjo su llegada al Elche CF? ¿Quién fue la persona clave en su fichaje?

Me sorprendió a mí mismo. Yo estaba en Boca Juniors, en Argentina, jugando. La figura clave fue para mí Manuel Martínez Valero. Dos empresarios investigaron sobre mí; me faltaba un año de contrato y el pase quedaba en mi poder.

Llegó una oferta a Boca, llegó a mí y tomé la decisión de venirme. No sabía dónde quedaba Elche ni nada. Cuando llegué, me impresionó mucho y estoy agradecido a Martínez Valero, a sus hijos y a su señora. Me llevaron los primeros siete días a Santa Pola, no sabía que existía. Estuve ahí una semana con ellos y me traían a entrenar a Elche, todavía sin empezar la pretemporada.

Fue clave también Roberto Dale y un empresario alicantino que conocía mucho mi fútbol, porque había venido con Boca a jugar contra el Murcia en La Manga. Gracias a ellos y a Manuel Martínez Valero, que para mí fue el mejor presidente que tuvo el Elche, se propició mi llegada.

  • ¿Qué sintió la primera vez que pisó la ciudad de Elche y la primera vez que se puso la camiseta del club?

Cuando pisé la ciudad me gustó, porque yo soy de pueblo, de ciudades pequeñas. Nací en Casilda, Santa Fe, Argentina, una ciudad de 30.000 habitantes. Cuando vine, en 1976, Elche tenía unos 120.000 habitantes. Me gustó mucho, porque es pequeña, linda, segura y con el mar cerca. Me llevaron a conocer Santa Pola, donde estuve una semana, y me encantó.

Cuando me puse la camiseta por primera vez fue una emoción tremenda. Jugué el Trofeo Festa d’Elx en el viejo estadio, aquí en Altabix. Después inauguramos el nuevo contra México, empatando 3-3. Fue una emoción muy linda.

  • ¿Cómo fue su adaptación al equipo y al estilo de vida en Elche?

Fue buena. Me había casado hacía pocos meses. Mi esposa llegó al mes de que yo viniera para la pretemporada. Formamos la familia aquí; mi hijo nació en Elche. Estoy muy agradecido porque formamos una familia muy linda. Hace 26 años que vivo aquí. Me quedé por la gente y por todo lo que me ofreció la ciudad.

  • ¿Tiene alguna anécdota especial del vestuario o de algún partido con el Elche que pueda compartir?

Anécdotas tengo un montón con los compañeros. Entrenábamos en el estadio de Altabix, nos concentrábamos en Santa Pola y veníamos a jugar a Elche. Jugamos partidos muy buenos. En Bilbao nos gritaban de todo porque éramos muchos sudamericanos en el equipo. Empatamos allí contra el Athletic y también empatamos el primer partido contra la Real Sociedad en San Sebastián. Tuve muy buena relación con compañeros españoles y extranjeros, y guardo muchas anécdotas.

  • ¿Dónde vivía usted durante su etapa como jugador en Elche?

Vivía en la calle que antes se llamaba General Sanjurjo y ahora es Avenida País Valenciano. Cerca del puente de Altamira. Como Martínez Valero tenía varios departamentos, me dio uno para vivir frente al río, en el parque. Allí estuve los primeros cinco años. Después, en mi segunda etapa, viví más en el centro. Muy bien acompañado, contento y formando mi familia.

  • ¿Cuál es su comida preferida mientras está en Elche?

Me gusta mucho la paella. Vengo de Argentina, donde la carne es muy buena, pero allí no se hace paella. Sí hacíamos arroz con pollo, pero la paella la empecé a disfrutar en España. Creo que la mejor paella está en la Comunidad Valenciana, aquí en Elche.

  • ¿Había algún lugar en Elche donde le gustara “perderse” o desconectar?

En el primer año estaba concentrado en adaptarme, pero lo hice rápido porque había uruguayos, paraguayos, argentinos y españoles muy buenos en el equipo. Normalmente me iba con mi señora al mar: a Santa Pola o a Arenales, que entonces no habían edificios ni nada. Nos perdíamos por allí.

  • ¿Cómo cree que le recuerda la afición del Elche y cuáles fueron los motivos de su salida del club?

Aquí la gente me recuerda muy bien, sobre todo quienes tienen más de 50 años. Estoy orgulloso porque me nombran como uno de los mejores jugadores que tuvo el Elche. También tuve grandes compañeros, formamos un gran equipo. En la primera liga terminamos en décima posición, pero al segundo año cambiaron de técnico, se fue Felipe y vino Olsen, no sé por qué y descendimos. Yo quería seguir jugando en Primera, y aunque estuvimos muchas jornadas primeros en Segunda, no logramos ascender. Me fui al Zaragoza, luego volví a Boca Juniors y después regresé al Elche.

Cuando salí campeón del mundo, yo jugaba en el Elche. Mucha gente cree que estaba en Millonarios de Colombia, pero no. Me trajo de nuevo Quiles. Recuerdo que estaba en el hotel Huerto del Cura cuando me llamaron para ir al Mundial de México, siendo jugador del Elche.

  • ¿Qué diferencias nota entre el fútbol de su época y el actual?

Ahora hay más velocidad e intensidad en el juego. En mi época, nos daban patadas tremendas y no se veía nada, porque había pocas cámaras, no existía el VAR. En cada córner aquello parecía un ring de boxeo, con codazos y golpes. Creo que hoy habría jugado mucho mejor, igual que Maradona, con quien jugué. Hubiera marcado tres o cuatro goles por partido. Ahora se juega más rápido, con mayor intensidad, y en espacios reducidos.

  • ¿Qué entrenador recuerda con más cariño de su etapa en el Elche y por qué?

En mi carrera en el Elche, el mejor técnico que tuve en España fue Felipe Mesones. En mi primer año me guió, estaba muy pendiente de mí y me fue dando cosas para mejorar yo, cómo a tocar la pelota antes, yo era muy regateador. Me empezó a decir las cosas que tenía que hacer y las que no. Gracias a él terminamos en una gran décima posición. Es el mejor técnico que tuve en España

  • Usted vivió los primeros momentos del Estadio Martínez Valero. ¿Qué recuerdos tiene de ese estadio en sus inicios? ¿Cómo fue jugar allí?

Fue espectacular. Inauguramos el estadio en el Trofeo Festa d’Elx, después de que yo jugara el último partido en el viejo estadio de Altabix. Jugamos contra México, el anillo superior todavía no estaba terminado, pero era un estadio espectacular. Aunque pienso que en el viejo campo el Elche no habría descendido nunca, porque era más pequeño y la afición presionaba mucho más. En el nuevo los equipos rivales jugaban más tranquilos, pero igualmente me encantó disputar partidos allí y ver como está ahora el estadio.

  • ¿Es cierto que ha sido el único jugador campeón del mundo mientras vestía la camiseta del Elche CF? ¿Qué recuerdos tiene de aquello?

Sí, es cierto. Muchos piensan que hubo otro jugador o entrenador, pero yo estaba en el Elche cuando fui convocado. Fui el único jugador en la historia del club que ganó un Mundial estando en el Elche. Es un recuerdo imborrable: representar a Argentina, salir campeón en México y, al mismo tiempo, representar al Elche. Una alegría enorme.

  • Usted compartió vestuario y fue amigo de Diego Armando Maradona. ¿Qué opinión tiene de él como persona y como futbolista?

Para mí era mejor persona que futbolista. Lo defendía todo, siempre ponía la cara. Como ser humano era muy generoso, aunque la enfermedad de la droga lo llevó a cometer errores que no debió hacer.

Jugué con él en Boca Juniors en 1981. Yo llegaba desde el Zaragoza y él venía a Boca; después de un año lo compró el Barcelona. El mejor recuerdo que guardo de Diego es su grandeza como jugador y como persona. Era un genio, como Messi, aunque difícil de comparar. Me quedo con Diego porque aguantó patadas tremendas y siempre siguió adelante.

  • ¿Podría contarnos alguna anécdota divertida o especial que viviera junto a Diego?

Diego tenía que jugar. Íbamos a ir, por ejemplo, con Boca Juniors a Japón. Y nosotros ganábamos por partido o por salir a jugar en la gira de Japón, 100 dólares. Y cuando vino Diego nos subieron a 1.000 euros. Entonces lo que generaba Maradona no lo generaba nadie. Para nosotros, para el equipo, para todo. Eso es una cosa espectacular.

Igual que el gol que hizo contra Inglaterra en el Mundial, yo estaba en el banquillo y cuando arrancó teníamos una percepción de que iba a pasar algo, de que iba a ser un golazo, porque los ingleses iban cayendo uno a uno, los regateaba fácil. Aparte, ahí había una gran altura en México y estaban ahogados los ingleses.

  • Marcelo, usted ha sido, además de un gran futbolista, un magnífico entrenador. ¿Por qué cree que nunca ha tenido la oportunidad de entrenar o formar parte del cuerpo técnico del Elche?

Es una espinita que me ha quedado. Yo no sé por qué le han dado la oportunidad a varias personas de por aquí que merecían, que fueron jugadores del Elche y después les dieron para entrenar al Elche. Mi ilusión era, cuando vine a vivir hace 26 años, poder dirigir al Elche. La verdad que no entiendo porque y no lo voy a entender nunca. 

  • Su hijo, Pablo Trobbiani, es un entrenador joven del que nos hablan maravillas . Actualmente dirige en Ecuador, en el Barcelona de Guayaquil. ¿No cree que sería una gran ilusión que, siendo ilicitano, tuviera la oportunidad de entrenar o formar parte del cuerpo técnico del Elche CF en el futuro?

Sí. Ya dirigió la Champions en el Barcelona de Guayaquil de interino, tuvo ahí dos partidos. Hace un mes tuvo otro partido, ganaron 5 a 0. Así que sí, ojalá. Él tiene muchas ganas de venir a dirigir aquí, donde nació él, donde vivió de pequeño. Ojalá que un día se le pueda dar la oportunidad porque es un gran técnico. Ya dirigió en la Primera de Chile, en Ecuador. Así que va bien encaminado, está bien. Hace 6 años que está ahora en Barcelona, en Ecuador. Y esperemos que se le dé algún día una oportunidad. Ya trabajó con Christian Bragarnik en Defensa y Justicia. 

  •  Muchos le consideran, junto a Romero, uno de los mejores jugadores que ha vestido la camiseta del Elche. Pero, ¿quién ha sido para usted el mejor jugador del Elche que ha visto con sus propios ojos?

El mejor jugador que vi para mí fue Paco Bonet. A Romero no lo vi, pero fue un crack también. Paco Bonet vino del Mallorca, después lo vendieron al Real Madrid, creo que fue el mejor futbolista y el mejor defensor. Tenía una calidad extraordinaria para mí.

  • ¿Cuál fue su momento más feliz en el Elche ?

El día que nació mi hijo. Un 28 de diciembre. Estábamos entrenando, porque antes no se paraba los fines de año. Yo he jugado contra el Barcelona un 1 de enero. Y el 31 estuve concentrado. El 28 de diciembre fue el día más feliz de mi vida. Cuando me casé allá en Argentina y después acá cuando nació mi hijo. Ese fue el día más feliz. 

Como futbolista, muchos días. Cuando jugábamos y hacíamos goles. Yo tengo muchos recuerdos de todos los equipos que he jugado en todo el mundo. Y la verdad es que todos los días sacas algo de cualquier equipo.

  • ¿Cuál fue el momento más emotivo de su carrera como futbolista?

Ser campeón del mundo, porque estás representando a 30, 40 millones de personas que están pendientes de ti dos horas. Que el 80% son gente humilde que tiene dos horas de alegría. Y nosotros pensábamos en eso. Y ese fue el momento más feliz. Entrar en la final y salir campeón del mundo es lo más feliz que me pudo haber pasado a mí en mi vida deportiva. Después jugué en el Elche cinco años. Salí campeón con Boca dos veces, y con Estudiantes de la Plata dos veces. Pero lo mejor es ser campeón del mundo.

  • Dice quién le ha visto jugar que usted era un volante con mucha calidad y llegada. Para los jóvenes que no pudieron verlo jugar, ¿a qué jugador actual diría que se parecía su estilo de juego?

A mí me gusta por ejemplo, Riquelme. Otro un poco más actual podría ser Iniesta, a mí me encantaba. Era parecido, regateador.

  •  ¿Cómo ha vivido el reciente ascenso del Elche?

Muy bien, estoy muy contento. Estoy aquí disfrutando y yendo a ver partidos. Y después, el último partido en el que ascendió, lo ví por la tele. Sabía que venía una racha muy buena y siempre cuando se asciende es un delirio. Ahora hay que hacer bien las cosas para estar en Primera varios años, fue una linda alegría que nos dieron

  • ¿Qué significa el fútbol hoy para usted, después de haberlo vivido como jugador, entrenador y aficionado?

Para mí el fútbol lo fue todo. Desde pequeño empecé a jugar en mi barrio con pelotas de goma, con pelotas de trapo, con pelotas normales. Y después escalar y jugar a los 18 años en el primer equipo de Boca, eso fue lo máximo. Y después recorrer el mundo. Jugar en la selección argentina. Salí campeón del mundo de la juvenil. Salí campeón del mundo de la mayor. El fútbol fue todo, fue mi vida, me hizo una existencia muy, muy linda. Me acompañó toda mi vida junto a mi familia.

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