La presidenta de la Asociación de Vecinos de San Antón hace balance de unas semanas especialmente duras tras el desalojo del bloque 8 de la calle Palombar. En esta entrevista, lanza un mensaje de serenidad y unidad vecinal, subraya la importancia de actuar con responsabilidad, y recuerda que el objetivo colectivo sigue siendo claro: la renovación urbana del barrio, desde la legalidad, el trabajo y la dignidad.
– ¿Cómo han sido estas semanas desde el desalojo del edificio del bloque número 8?
Han sido muy duras e intensas. Hemos tenido que atender muchísimos casos personales, gestionar con el Ayuntamiento y, además, compaginar todo esto con nuestras propias obligaciones laborales. Lo más complicado ha sido explicar a muchos vecinos que no pueden entrar a recuperar sus pertenencias, por muy valiosas que sean. La seguridad está por encima de todo. Y este episodio no hace más que demostrar lo que venimos denunciando: el barrio necesita una renovación urbana urgente. Las condiciones actuales no son dignas. La gente también nos dice que necesitan ver el edificio en el suelo para poder avanzar.
– ¿Cómo han respondido los vecinos?
Ha habido reacciones muy diversas. Hay vecinos que, ante la situación de no poder volver a vivir en su vivienda, han reaccionado con comprensión; otros, con más dificultad para aceptar la realidad. Y lo entendemos. Pero es muy duro decirle a alguien lo que no quiere oír. Nosotros no vamos a mentir: debemos hablar con claridad, legalidad y sentido común.
Por ejemplo, es impensable que pueda acceder a esas viviendas alguien que no sean los bomberos. Lo decimos con dolor, pero con firmeza: no hay objeto que valga más que una vida humana. También hay situaciones complejas, como las de personas que estaban como ocupas, sin titulo jurídico o algunos inquilinos . Pero hay que ser justos: el acceso prioritario a las nuevas viviendas debe ser para los propietarios residentes. Todas las situaciones nos duelen, pero hay que resolverlas desde la legalidad. Para ellos se han creado ayudas económicas de hasta 9.500€ para alquiler y de 3000€ para mobiliario. También hay gente en viviendas sociales.
– ¿Qué papel ha tenido la Asociación en este proceso?
Hemos sido altavoz de los vecinos ante las administraciones, gestores de ayudas y apoyo emocional. Ha sido muy duro, pero también muy satisfactorio ver cómo hemos podido ayudar. Nuestro objetivo es claro: lograr un barrio renovado y digno. No representamos a quienes buscan privilegios sin esfuerzo. Representamos a vecinos que trabajan, que luchan, que cumplen con la ley.
– ¿Qué tipo de apoyo han ofrecido a las familias desalojadas?
Escucharles, atender sus necesidades caso por caso y trasladar todo a las administraciones. Cada familia vive una realidad distinta y hemos intentado estar a su lado. Lo más importante es que sientan que no están solos y que seguimos luchando por un futuro mejor para todos.
– ¿Con qué dificultades se han encontrado?
Además de lo emocional y logístico, hemos tenido que lidiar con intentos de manipulación. Siempre hay gente que intenta aprovechar del miedo y la incertidumbre. En momentos de incertidumbre y miedo, entendemos que haya quien intente generar confusión. Por eso apelamos a la prudencia y a la responsabilidad. Este proyecto es de todos, pero debe seguir por el camino correcto.
– ¿Qué se sabe del nuevo convenio para construir las viviendas?
Nos han confirmado que las tres administraciones se han puesto de acuerdo y que se va a empezar en breve la construcción del primer edificio con 45 viviendas. Después continuarán con las siguientes fases. Nuestro objetivo sigue siendo claro: la renovación urbana completa del barrio.
– ¿Qué planes tienen a corto y medio plazo?
Seguir presionando para que no se detenga el proyecto. Que se firme todo lo que queda por firmar y que nadie quede atrás. Los vecinos de San Antón no queremos que se nos regale nada. Solo pedimos que se cumpla lo prometido. Con trabajo, responsabilidad y el acompañamiento de las administraciones, el barrio puede transformarse.
– ¿Cómo valoran la respuesta institucional hasta ahora?
Muy buena, tanto por parte del gobierno local como de la oposición. Han estado presentes, han mostrado sensibilidad y voluntad de colaborar. Agradecemos ese apoyo, porque demuestra que esto va más allá de ideologías: se trata de personas y de derechos básicos.
– ¿Y la Generalitat y el Ministerio?
También nos han transmitido su compromiso con el proyecto. Han asegurado que seguirán adelante, y confiamos en que cumplan.
Se van a hacer 45 viviendas ya y al menos 3 bloques cuanto antes. El barrio necesita hechos, no solo promesas. Y nosotros seguiremos vigilantes.
– ¿Qué piensa de quienes proponen rehabilitar en lugar de construir?
Les invito a venir a nuestras casas. A vivir con goteras, grietas, humedades… a dormir con el miedo de que el techo se les venga encima, como ha ocurrido. San Antón necesita una renovación urbana completa. No podemos seguir viviendo con miedo. Las reformas superficiales no resuelven el problema. Es necesario un proyecto total de renovación urbana.
– ¿Qué mensaje quiere transmitir a los vecinos?
Un mensaje de calma, unión y confianza. Desde la Asociación estamos trabajando con todas nuestras fuerzas. Les pedimos que no se dejen engañar por mensajes anónimos o interesados. San Antón es un barrio de gente trabajadora, solidaria y valiente. No queremos conflictos ni privilegios. Queremos un barrio nuevo, digno, y lo vamos a conseguir. Con esfuerzo, desde legalidad y la ayuda de todos.






Iván Hurtado











