Tengo el orgullo de pertenecer a una familia muy humilde y trabajadora, con antepasados que lucharon por la libertad y sus ideales durante la guerra civil y la dictadura de Franco de manera destacada, sufriendo las consecuencias de hacerlo. No tengo ningún complejo en reconocerlo.
La única herencia que he recibido y que recibiré en vida es la valentía y el compromiso con la justicia. He de confesar que he votado en numerosas ocasiones al Partido Socialista y espero volver a hacerlo algún día, si vuelve a ser el partido que fue. Sin embargo, no puedo guardar silencio ante los momentos que vivimos. Como ciudadano algo comprometido, siento la legítima responsabilidad de levantar mi voz contra las últimas declaraciones pueden limitar nuestras libertades y derechos fundamentales.
En momentos como estos, es crucial recordar el sacrificio y la valentía de aquellos familiares que lucharon incansablemente por la libertad durante la dictadura de Franco. Sus acciones han inspirado a muchos a enfrentarse a la opresión y al autoritarismo.
Sin embargo, en el presente, nos enfrentamos a nuevos desafíos y comportamientos con perfumes autocráticos. El Estado de derecho que tanto costó construir está siendo amenazado por planteamientos que pueden limitar nuestras libertades individuales y la libertad de prensa, contrapeso del poder y garante de la democracia. Así como el control judicial sin contarse o taparse lo más mínimo. Sin contrapoderes no hay democracia. Sin contrapoderes volvemos al pasado más oscuro de España.
Nuestros familiares, que se enfrentaron a la represión y la censura, estarían decepcionados al ver que nos mantenemos impasibles y en silencio. Los ataques a la libertad no importan que provengan de una ideología u otra. La libertad no tiene ideología asignada. La autocracia tampoco.
No podemos permitir que el legado que nos dejaron se desvanezca en la memoria, ya sea por quienes consideramos nuestros frente a quienes consideramos contrarios. Debemos honrar su lucha, recordando su valentía y defendiendo los principios por los que tanto lucharon. Es hora de unirnos y demostrar que la libertad y la democracia son valores inquebrantables que nunca deben ser comprometidos.
Me niego a estar en ningún lado del muro. Esto no va de Ayuso o Sánchez. Pueden no gustarte ninguno, como a mí. Se trata de democracia, justicia y libertad.