El Elche CF ha sido, a lo largo de su historia, el destino de grandes futbolistas que dejaron huella en el Martínez Valero. Entre ellos figura Pepe Mejías, ídolo en Cádiz y referente en la historia del fútbol español. Fue un centrocampista gaditano de talento indiscutible que defendió la camiseta franjiverde durante la temporada 1992-93.
Su paso por el club coincidió con una etapa complicada en lo económico pero ilusionante en lo deportivo, a pesar de militar en Segunda B, en la que regaló goles imborrables y se ganó el cariño de la afición. Más de tres décadas después, Pepe Mejías recuerda con emoción aquel año, que define como uno de los más gratos de su carrera, aunque admite que le quedó la espina de no lograr el ascenso. Hoy, retirado de los terrenos de juego, ejerce como embajador vitalicio del Cádiz CF, el club de su vida.
- ¿Qué es de la vida de Pepe Mejías?
Ahora estoy en el Cádiz desde que entraron Quique Pina y Manuel Vizcaíno, que es el presidente que está ahora. Empezaron a contar con gente veterana, que éramos un poco la institución del club, para recuperarnos y hacer de imagen del Cádiz.
Entre ellos empezaron con Mágico González y después ya conmigo. Me hicieron un contrato vitalicio como embajador del club y me montaron una puerta en el estadio Carranza que quedará para la historia. Y la verdad es que mi labor ahora mismo es ser imagen del Cádiz CF.
- ¿Cómo se produjo su fichaje por el Elche en la temporada 1992-93?
Después de estar en los equipos que estuve, volví al Cádiz en la temporada 90-91. Nos mantuvimos en Primera División. Después jugué la temporada 91-92, también logré mantener al equipo en una temporada que jugué treinta y dos partidos. Estuve esperando una renovación que no llegaba y, me parece que fue por un 17 de julio, Anselmo Navarro contactó conmigo y llegamos a un acuerdo rápido. Entonces ya no esperé más al Cádiz y me fui para allá.
De estar en Primera División a ir al Elche en Segunda B era un reto. Pero después de haber hecho las dos campañas que hice, la verdad es que me apetecía. Aparte tenía una deuda con el Elche por el ascenso y después, cada vez que jugaba contra el Elche, me salían muy buenos partidos.
- ¿Qué recuerda de aquellas negociaciones y cómo se gestionó su incorporación al club?
Lico apostó por mí deportivamente, sabía que yo estaba bien, que era un futbolista que le podía aportar bastante al equipo, tanto en goles como en manejo del equipo en el centro del campo. Y la verdad es que hizo una plantilla preciosa. Independientemente de que el Elche estaba en Segunda B, tenía una ruina total y habían directivos que apostaban por ayudar al club.
Muchas veces nosotros íbamos al campo y era un poquito lastimoso, porque en las tribunas se estaban haciendo discotecas y bares, con tal de recaudar dinero. En teoría se veía penoso, pero después viendo la directiva que había, que apostaban con su dinero a que el Elche no desapareciera, pues la verdad es que se hizo una plantilla muy buena, de lo mejor de la categoría. La lástima fue el último partido contra el Leganés, que nos jugábamos el ascenso, yo no pude jugar por sanción y nos quedamos a las puertas. A mí me dio un poco de pena no haber conseguido el ascenso, así que decidí volver a Cádiz y retirarme.
- Muchos aficionados dicen que aquella plantilla fue una de las mejores de la historia de la categoría, pero no se logró el ascenso. ¿Qué cree usted que faltó o qué factores influyeron?
Para mí pienso que nada más que eso. Teníamos todo en la liguilla de ascenso y quedaba el último partido contra el Leganés. Si hubiéramos empatado allí, creo que podíamos haber ascendido. Hicimos todo lo que había que hacer para poder ascender, pero nos quedamos a las puertas en el último partido. Ascendieron ellos y la verdad es que a nosotros nos dio un palo muy grande porque habíamos hecho una campaña preciosa.
- ¿Qué opinión guarda de aquel vestuario y de la calidad del equipo?
Teníamos una plantilla muy bonita. Había muchos canteranos como José Ramón. También grandes jugadores como César, el portero; Marcelino, el entrenador del Villarreal; Riquelme, Pastor, Miguel Recio, Benito Sánchez, Adolfo, Capón, Boria…
Era un grupo muy bueno y una plantilla muy bonita y muy grande. Metíamos muchos goles, hacíamos grandes partidos, creamos un buen ambiente y disfrutamos mucho. Fue una pena ese último partido, porque si hubiéramos ascendido ese equipo habría tenido continuidad.
- Durante su etapa en el club, ¿dónde residía en Elche?
Me acuerdo mucho porque estaba, creo que era Tesorero Hernández, en Santa Pola. Allí había una urbanización con muchos chalets, viviendas familiares con piscina, y allí nos fuimos a vivir casi todos, estaban Pariente, Joaquín, mi hermano Salvador, Benito Sánchez, Marcelino… Nos reunimos allí casi todos y fue una vida muy familiar. Para nosotros fue súper agradable la convivencia y el buen rollo que había entre jugadores y con todo el pueblo.
- ¿Qué le gustaba hacer en su día a día cuando vivía aquí? ¿Lugar para perderse?
Me gustaba ir a la playa. Dar paseos por la playa, que me recordaba mucho a Cádiz. Y sobre todo la convivencia, entrenamos por las mañanas y después por las tardes hacíamos nuestra vida familiar. Yo toda la vida me he dedicado prácticamente a estar concentrado y a salir poco de casa. Llevaba una vida muy sana y muy centrada en el fútbol, era una responsabilidad grande por el ambiente que había. Nosotros vivíamos por y para el fútbol.
- ¿Tiene algún lugar de la ciudad que recuerde con especial cariño?
Sobre todo el estadio, es impresionante. Fui a Elche y marqué el gol para el Cádiz que arruinó el ascenso del Elche en el 81 y me impresionó. Para mí ese estadio es un monumento. Me quedo con eso y también con Santa Pola. Además de las palmeras y los paseos entre ellas. La verdad es que es una ciudad preciosa.
- En el primer partido del playoff contra el Leganés, el Elche fue muy superior, pero el resultado se escapó por un gol en fuera de juego. ¿Cómo lo vivió desde dentro?
Nosotros creíamos que tal y como estábamos podíamos alcanzar el ascenso. Para mí lo que más me marcó fue perderme el último partido por acumulación de tarjetas. Fue el único partido que no jugué y no ganamos.
La liguilla fue como una puñalada, porque estuvimos todo el año creando expectativas. Yo soy una persona alegre, que conectaba muy bien con los aficionados, pero el hecho de estar otro año en Segunda B y creando expectativas me frustró y decidí no renovar.
- Usted no disputó el último partido . ¿Cómo se sintió al no poder estar en el campo en un encuentro tan decisivo?
Fatal. Porque encima yo creo que fui el máximo goleador del equipo esa temporada. Marqué goles imborrables, desde el centro del campo. Estaba en un momento dulce y lo di todo por el Elche. No conseguir el ascenso me frustró mucho. Después me arrepentí porque podía haber seguido jugando, pero con ese mal sabor de boca decidí dejarlo.
- ¿Sintió que le quedó pendiente algo?
Sí. La verdad es veía a la directiva con mucha ilusión, entregados por completo a levantar el Elche. Al no haber ascendido y al estar otra vez a las puertas acabé muy desilusionado por no haber conseguido el objetivo que creo que podíamos haber alcanzado, porque lo habíamos merecido. Me quedo con eso. Fue un palo muy grande que, a la larga, el club lo notó. Creo que ese fue un momento muy clave para que el club se hubiera levantado por completo.
- ¿Qué jugador del Elche admiró más como futbolista?
Para mí Lico fue mi referente. Como persona y como futbolista. En los entrenamientos hacía unos detalles técnicos preciosos y para mí fue un espejo, porque era un tipo de juego que a mí me gustaba y que yo practicaba. Me marcó mucho. Creo que me parezco un poco a él, tanto como persona como futbolísticamente.
- En el Cádiz, usted marcó el gol que impidió el ascenso del Elche a Primera. ¿Cómo recuerda aquel partido?
Sobre todo el ambiente que había. Había unos fosos de césped y el estadio se llenó por completo. Nosotros la mayoría teníamos 20, 21 años, éramos canteranos que nos metimos a última hora en esa fase en la que podíamos ascender si ganábamos allí. Llegamos al campo con el autobús apenas 45 minutos antes porque era imposible entrar con la cantidad de coches y gente que había. Me impresionó ver a la afición tan entregada con su equipo.
Tuvimos la suerte de marcar a falta de siete minutos. Pero más allá de eso, lo que me quedó fue la gente tan volcada con su club. Me alegra un montón que ahora esté el Elche con ese sueño de Primera, que se lo merecen. Además los tres partidos que han jugado han salido perfectos, integrados en lo que es la Primera División. Ojalá el año que viene sigan ahí y que otros equipos en los que yo jugué como el Cádiz o el Zaragoza también levanten cabeza y estén todos ahí.
- En Elche se habló mucho de la salida del portero y de ciertos rumores de amaño en ese partido. ¿Qué opinión tiene sobre esas especulaciones?
Nosotros acabábamos de salir de la cantera, llevábamos un año o año y medio en el equipo. No nos enteramos de nada. Fuimos a jugar y creo que hicimos un gran partido. Tuvimos la suerte de mi gol, que fue muy bueno. Sí se hablaba mucho de que hubo gente comprada, pero yo no tengo ni idea. Éramos novatos en Segunda División. Ese partido lo jugamos ocho jugadores de Cádiz, recién subidos del equipo de Tercera.
Lo que teníamos era mucha ilusión y muchas ganas de triunfar para estar dentro del fútbol. No nos enteramos de la mitad de lo que pudiera haber ocurrido. En el fútbol de hoy sabes más o menos lo que hay, pero entonces no.
- ¿Cómo ha vivido el reciente ascenso del Elche a Primera División?
Con mucha satisfacción. Para mí es un club que me ha marcado mucho. En todos los equipos en los que he estado siempre he sido bien recibido y creo que he hecho disfrutar a los aficionados en todos los campos. En cuanto al Elche, espero que con la plantilla que tiene, la forma de jugar y el buen hacer dentro del campo, se mantenga en la categoría y siga superándose.
- ¿Qué le está pareciendo el inicio de la temporada actual del equipo?
De diez, de chapó. Yo creo que es de los equipos que más claro tienen en la cabeza lo que quieren y lo están haciendo. Eso es muy importante, saber en el campo lo que tienes que hacer, da igual quién tengas enfrente, el Elche hace su juego, crea ocasiones y defiende muy bien. La incorporación de Victor Chust, procedente del Cádiz, ha sido muy buena. Creo que lo tienen todo muy bien aprendido y la labor dentro del campo está siendo perfecta.
- ¿Hay algún jugador del Elche de hoy que le guste especialmente y que le recuerde a su propio estilo de juego?
No, el fútbol actual es diferente. Ahora se juega más a la posesión, a no perder el control del partido. Nosotros éramos más verticales, siempre buscábamos la portería, nos gustaba tirar y que la gente dijera “uy”. Hoy se vive de otra manera.
En el Elche actual no sabría decirte un nombre concreto. Arriba están muy bien, los delanteros centro lo están haciendo muy bien, pero lo importante es el trabajo colectivo. Y creo que así pueden conseguir el objetivo de la permanencia.
- ¿Sigue viniendo con frecuencia a Elche?
No tengo la suerte. Fui a Elche hace ocho años con los veteranos y me reencontré con casi todos. Fue muy agradable. Empecé jugando con el Cádiz y después me cambié y jugué también un rato con el Elche. Creo que debería volver.
- ¿Qué relación mantiene hoy con la ciudad y con el club?
No. Solamente con Paco López. Estuvo en el Cádiz trabajando de director general y volvió el año pasado al club. Hablamos hace dos o tres meses, además nos felicitamos por nuestros cumpleaños, desde que nos conocimos en Elche tenemos una relación familiar, solemos hablar, es una persona encantadora. Con él es con quien más mantengo relación. Y también con Marcelino. La verdad es que hicimos buenas amistades.
- ¿Qué pronóstico hace para el Elche en esta temporada?
La permanencia. Pasito a pasito. Yo creo que va a ir sobrado en la categoría.
- Y para terminar, ¿qué mensaje le gustaría mandar a la afición franjiverde y qué valoración final hace de su temporada en el club?
Para mí la temporada que hice fue una de las más gratas que tuve. Disfruté desde el primer partido hasta el último. La lástima fue no lograr el ascenso, lo único que me quedó pendiente. Pero me alegro de que el Elche mantenga esa ilusión y esas ganas, porque se lo merece por la afición y por todo lo que ha sufrido. Han sabido levantar al equipo porque el club tiene un patrimonio muy grande. Y que lo disfruten porque se lo merecen.






Iván Hurtado











