REPORTAJE

Problemas de transporte para estudiantes ilicitanos: Una visión desde el aula


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Daniel Ruiz Perona
15 de septiembre de 2024 - 11:00

El inicio del curso académico 2024/25 trae consigo una avalancha de estudiantes ilicitanos que se desplazan a la Universidad de Alicante. Para muchos, el trayecto hacia el campus se convierte en un desafío diario debido a las limitaciones de los transportes públicos disponibles.

Diversas opciones, problemas comunes

Los estudiantes ilicitanos cuentan con tres principales opciones para llegar a la Universidad de Alicante: coche propio, tren o autobús. Sin embargo, cada modalidad presenta sus propios inconvenientes.

El tren, aunque es una opción popular, conlleva una serie de problemas significativos. A pesar de que la duración del viaje supera los 40 minutos, los retrasos prolongados han llegado a convertirse en una constante. Esto afecta el tiempo de conexión con el tranvía, que es esencial para completar el trayecto hacia el campus. Laura, estudiante de Alicante, confirma que los retrasos tanto en Renfe como en el tranvía la han llevado a llegar tarde a clases en numerosas ocasiones.

Autobuses: entre lo gratuito y lo problemático

El autobús es otra alternativa común entre los estudiantes. Dos compañías principales, Serrano y Vectalia, ofrecen servicios hacia la universidad. Mientras que los autobuses de Serrano son de pago y han aumentado sus tarifas este curso, Vectalia destaca por ser gratuita para los estudiantes. No obstante, esta opción gratuita no está exenta de problemas.

A pesar de recorrer gran parte de Elche para proporcionar acceso cercano a muchos domicilios, los horarios de regreso desde Alicante no son siempre convenientes. Laura relata que, tras terminar sus clases a las 12 del mediodía, debe esperar hasta una hora para el siguiente autobús en caso de perder el primero. Además, la falta de organización en la parada provoca caos durante el embarque, especialmente entre los estudiantes nuevos, lo que puede resultar en que muchos se queden sin poder subir al autobús. La falta de medidas de control por parte de la universidad agrava aún más la situación.

La solución en el coche

Como último recurso, algunos estudiantes optan por utilizar sus coches particulares. Sin embargo, esta opción conlleva sus propios problemas: el riesgo en la carretera, el tráfico congestionado en la entrada de Alicante y el costo asociado con la gasolina y el desgaste del vehículo. Estos factores no solo incrementan el estrés diario, sino que también suponen un gasto considerable.

Una llamada a la mejora

Tanto Laura como otros estudiantes reclaman mejoras en el sistema de transporte público. Específicamente, piden una reducción de los retrasos, una mayor frecuencia de paradas y una gestión más eficiente. A pesar del esfuerzo de los estudiantes por optar por medios de transporte más ecológicos, los problemas persistentes obligan a muchos a recurrir al coche particular para evitar llegar tarde a sus clases.

El desafío de acceder a una universidad tan transitada como la UA no debería ser un obstáculo adicional para los estudiantes. La comunidad universitaria y las autoridades locales tienen la responsabilidad de atender estas cuestiones y garantizar un transporte público que facilite el acceso y contribuya al bienestar académico y ambiental de sus usuarios.

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