El alcalde de Elche, Pablo Ruz, acompañado por miembros del equipo de gobierno y el gerente de Pimesa, ha visitado este jueves el barrio de Porfirio Pascual para comprobar de primera mano el avance de las obras de rehabilitación. Los trabajos se centran en los cinco primeros bloques de la primera fase, ubicados entre las calles Clara Campoamor, Travesía del Vinalopó y Francisco Bonete Ferrández.
La intervención, iniciada en febrero, supone la reforma integral de 18 edificios y más de 300 viviendas, junto con la reurbanización de todo el entorno. La inversión alcanza los 14 millones de euros, financiados con fondos Next Generation de la Unión Europea, la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Elche y aportaciones vecinales.
El proyecto contempla la mejora del aislamiento de fachadas, la sustitución de carpinterías exteriores con ventanas de doble acristalamiento, la instalación de 40 ascensores para garantizar la accesibilidad y la renovación completa del espacio público. Actualmente, las obras avanzan en la parte trasera de los primeros bloques, a la espera de la colocación definitiva de los ascensores.
Ruz ha subrayado que esta iniciativa responde a “un modelo de inversión compartido con el que buscamos preservar uno de los mejores barrios de la ciudad por su ubicación, en pleno Carrús Este”. El alcalde destacó que la actuación está orientada a la adaptación climática, la mejora energética, la accesibilidad y la transformación del entorno urbano: “Aunque las obras generan molestias, la comprensión de los vecinos es fundamental, porque el resultado será la revalorización de sus viviendas y la mejora de su calidad de vida”.
La tercera teniente de alcalde, Aurora Rodil, señaló que la obra “va a suponer un antes y un después para este barrio tradicional, que necesitaba una transformación urgente”. En la misma línea, la presidenta de la asociación vecinal, Carmen Flores, expresó su satisfacción: “Estamos muy contentos con las obras, creo que vamos a conseguir un barrio precioso. Solo le pido a los vecinos paciencia y comprensión”.
Desde el plano técnico, el gerente de Pimesa, Antonio Martínez, explicó que la solución para la instalación de los ascensores evitará intervenir en las escaleras interiores de los edificios, ya que se ha diseñado un sistema que ocupa menos espacio en la vía pública, lo que ha contado con la aprobación de la Conselleria de Industria tras ser consensuado con los residentes.
El alcalde también adelantó que en los próximos 15 días se iniciarán las obras de demolición del asfaltado en la calle Clara Campoamor. “Demostramos que el compromiso social es una prioridad de este gobierno municipal y el objetivo siempre es mejorar la ciudad”, concluyó.






Iván Hurtado











