Nuestro palmeral está en peligro. Un bien natural, enmarcado en un espacio urbanizado, necesita de una protección global, de una perspectiva de conservación y de una planificación comprometida con su salvaguarda. Sin embargo, el actual gobierno de Pablo Ruz y Vox ha emprendido una cruzada contra los elementos que garantizan la pervivencia de nuestro bien patrimonio de la Humanidad.

Desde el año 2021 contamos con una nueva ley de protección del palmeral. Esta norma autonómica es, en esencia, una herramienta que pasa de proteger a la palmera como elemento singular a preservar todo el agrosistema que compone el Palmeral, la red de riego y cultivo asociada, los oficios vinculados, el valor paisajístico y su riqueza histórica, cultural y ambiental.

Entre las diferentes medidas que contempla la ley se encuentra la zona de amortiguación, un perímetro alrededor de los huertos reconocidos por la UNESCO en su declaración como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Esta área de protección busca actuar como dique de contención de las agresiones urbanísticas en el entorno de los huertos, un bien especialmente vulnerable.

Como tal, en todo este entorno las actuaciones con posible afección patrimonial tienen que pasar una serie de filtros para evitar que impacten sobre el palmeral. Las derechas alegan que esto dificulta incluso la tramitación de obras menores y por ello defienden la reforma de la norma y que se rebaje la protección de todo este tampón.

Sin embargo, desde Compromís ya hemos explicado que, para agilizar tramitaciones de actuaciones poco relevantes para el palmeral en esta área, el Ayuntamiento tiene en su mano desplegar el Plan Especial del Palmeral y el reglamento de la propia ley. Se trata de detallar la norma e indicar qué tipo de actuaciones no necesitan de este filtro.

Pero PP y Vox se tapan los oídos ante esta posibilidad. Sólo quieren seguir adelante con su rebaja de la ley. Su actitud es muy significativa. Demuestra que no tienen una preocupación sobre las obras menores, sino que su interés pasa por abrir las puertas a urbanizar en toda esta zona de amortiguación. ¿Por qué, si no, iban a rechazar una medida que es más sencilla que la tramitación de una reforma parlamentaria?

Frente a ello, los ciudadanos y ciudadanas que entendemos la riqueza de contar con un palmeral único en Europa llevaremos a cabo todas las acciones que sean necesarias para frenar esta agresión a nuestro Patrimonio de la Humanidad y proteger un bien que nos legaron muchas generaciones de ilicitanos e ilicitanas, que es clave en para frenar la crisis climática en nuestra ciudad y que tenemos el deber de dejar en las mejores condiciones a los que nos siguen.