El barrio de San Antón sigue mirando a Madrid para poder avanzar en su renovación urbana, un proyecto modélico que ya ha permitido ejecutar alrededor de un tercio de la actuación. Sin embargo, aún quedan pendientes 700 viviendas repartidas en 10 bloques, cuya renovación completa depende de la aprobación del Plan Estatal de Vivienda 2026-2030.
El proyecto, que busca modernizar el barrio y mejorar la calidad de vida de sus vecinos, se enfrenta a un riesgo que, por suerte, pudo evitarse: el desalojo del bloque número 8 impidió una posible desgracia. Aunque fue breve en el tiempo, el desalojo es un recordatorio de los riesgos que implica retrasar la continuación de las obras, algo que parece haberse olvidado por muchos.
Existe un debate sobre cómo continuar el proyecto. Mientras el Ministerio de Vivienda considera que la renovación urbana de San Antón podría ejecutarse sin necesidad de aprobar un nuevo plan estatal, la Generalitat Valenciana mantiene que sí es necesaria la aprobación de un nuevo plan para garantizar la seguridad jurídica y financiera de las actuaciones y evitar que se repitan debates sobre la continuidad del proyecto. La aprobación de un nuevo plan estatal, que incorpore explícitamente el sistema de renovación urbana de San Antón, sería clave para eliminar la incertidumbre generada por la situación política actual.
La vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, se refirió al Plan Estatal de Vivienda en general, reclamando diálogo, financiación y eficacia, e insistiendo en que debe ser una herramienta “consensuada, flexible y realista” y no una imposición unilateral. Camarero advirtió que el borrador actual no incluye medidas clave sobre vivienda y exige un esfuerzo desproporcionado a la Comunitat Valenciana.
En abril, el director general de Vivienda del Gobierno, Francisco Javier Martín, visitó San Antón y destacó el compromiso con la regeneración integral del barrio, recordando las inversiones ya realizadas y señalando que la continuidad de las obras depende de que el nuevo plan estatal contemple explícitamente el sistema de renovación urbana de San Antón.
Por su parte, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, habló también del Plan Estatal de Vivienda en términos generales, defendiendo que prevé una inversión total de 7.000 millones de euros, con un reparto del 60% a cargo del Estado y un 40% de las comunidades autónomas. Rodríguez presentó el plan como una herramienta necesaria para avanzar en proyectos de regeneración urbana en todo el país, incluyendo pero no limitada a San Antón.
Con el revuelo político actual y la ausencia de un Gobierno con mayoría suficiente, parece complicado que el plan pueda salir adelante en breve. La aprobación de un nuevo Plan Estatal de Vivienda sería clave para garantizar la seguridad y la continuidad del proyecto, evitando que la incertidumbre paralice la renovación de las 700 viviendas restantes y asegurando que San Antón pueda completar la transformación que lleva años esperando.






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