María Fátima González Mazón (Elche, 2003) es una joven ilicitana que se ha lanzado al mundo del emprendimiento a una muy corta edad continuando una tendencia cada vez más al alza. Elche Capital ha podido hablar con ella el día de la inauguración de su tienda de ropa ‘Scala Moda’, que primará por encima de todo el trato cercano con los clientes.

¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta llegar hasta este punto?

Pues yo acabé la ESO y luego la verdad es que no supe que hacer con mi vida porque nada me motivaba. No me salía estudiar, pero quería trabajar, eso seguro. Esa era mi única aspiración. Empecé a trabajar en seguros a los 18, pero desde los 15 años hasta ahora he trabajado en tiendas de ropa de mis padres porque mi familia se dedica a eso de toda la vida.

Al trabajar tus padres en una tienda ropa, ¿se puede considerar hereditario el querer lanzarte a montar tu propia tienda de ropa?

Sí, es hereditario porque mis padres, mis abuelos o mis tíos se dedican todos al mundo de la ropa. Luego al final llega un momento en el que dices “quiero algo mío, no quiero que nadie me mande ni quiero trabajar para nadie.” Necesitaba otra motivación en mi vida y era ser responsable de mi negocio.

¿Cuándo hiciste clic y decidiste finalmente montar una tienda de ropa?

Todo fue porque trabajar en seguros me acabó resultando agobiante. Es un nivel de presión que no todo el mundo puede soportar, pero aprendí muchos conocimientos hasta que llegó un momento que dije “hasta aquí” y empecé el proyecto de Scala.

¿Qué dificultades has encontrado en el proceso?

Ha sido complicado porque yo nunca había hecho una reforma y no sabía lo que conllevaba esto. Sabía que llevaba unos gastos y una inversión pero no que era tanto, aunque al final ha salido todo muy bien.

¿Has tenido que pedir algún tipo de ayuda económica para facilitarte el montar un negocio propio?

Todo lo que he conseguido lo he hecho gracias a Dios por mi propio pie. Doy muchas gracias porque por mi trabajo he conseguido esto. Nadie me ha ayudado salvo mi familia a la hora de apoyarme.

¿Crees que por parte del estado se deberían dar más ayudas a los jóvenes que quieran montar su propio negocio?

Sí, por supuesto. En mi caso doy gracias a que el dinero que he invertido aquí ha sido gracias al trabajo que tuve, pero también pregunté si daban algún tipo de ayuda y no ha habido. Yo no la he tenido que pedir, pero si me hubiese hecho falta no la hubiese tenido.

¿Qué actitudes y aptitudes crees que se necesitan para llegar donde tú estás ahora?

Motivación, querer emprender y estar enfocado en una misma meta, y siempre seguir para adelante y no quedarte estancado. Hay que evolucionar, al final somos los emprendedores los que vamos a levantar el país.

¿Qué consejos darías a alguien que está unos pasos por detrás de ti o que quiera empezar a emprender y no lo tengo claro?

Lo primero es que se informen de todo lo que quieran hacer, y aunque te informes si luego si las cosas tienen que irte bien, te van a ir bien. Yo voy tropezándome día tras día, y aunque me agobie si las cosas me salen mal, siempre sale algo nuevo.

Y en lo personal, ¿qué objetivos te marcas a corto, mediano y largo plazo?

Lo primero es que la tienda me vaya bien. Después la verdad es que me gustaría abrir otra. También me gusta crear diseños de moda y me encantaría tener esa posibilidad.

¿Has tenido algún referente por el camino que te haya motivado a dar el paso?

Yo cuando trabaja en seguros tuve una jefa muy buena que me motivaba mucho, que me decía que tenía que marcar un objetivo en la vida. Desde los 18 hasta los 21 estuvo diciéndome eso día tras día y al final el objetivo se ha cumplido. Aparte también veía a mis padres, que tenían su tienda a la cual yo iba y me encantaba. A mí me gusta mucho la gente y el negocio de la moda; esta tienda da una atención y un trato muy personal.

¿Crees que la clave de Scala va a ser esa atención cercana y personal?

Correcto, va a ser eso y lo sé al 100%.