En un mundo marcado por la diversidad, la inclusión social emerge como un pilar fundamental para el progreso humano y la igualdad. Es en este contexto donde emerge Kokitoko, una marca de ropa que no solo busca vestir a sus clientes, sino empoderar y dar voz a los creadores de sus diseños.   “Humanidad, integración, inclusión y normalización” son los valores sobre los que se construye la marca. El equipo se compromete con la “igualdad de derechos para todas las personas”, promoviendo la inclusión y la visibilidad como pilares esenciales. Lo más destacable es su enfoque en la naturalidad: los diseños creados por personas con diversidad funcional se plasman en las prendas exactamente como los conciben.

En el corazón de la marca late la pasión por la moda y el compromiso con la inclusión. María Jesús, psicopedagoga y fundadora de Kokitoko, ha manifestado que la marca surge con el propósito de “crear un mundo mejor”. Desde sus inicios, Kokitoko ha abrazado el proyecto Emociones, una iniciativa que va más allá de la moda para dar voz a aquellos que a menudo son silenciados por la sociedad: las personas con discapacidad. “Cada diseño cuenta una historia única”, siendo una ventana hacia la expresión genuina.

María Jesús ha unido sus dos pasiones, “ayudar a personas con discapacidad y la moda”, para crear una marca que empodere a sus creadores para expresar sus emociones más profundas. La marca trabaja mano a mano con asociaciones para crear los diseños y con sus miembros para asegurar que se sientan apoyados y capacitados durante todo el proceso creativo. Desde la conceptualización hasta la realización del diseño final, se brinda el apoyo necesario para que “cada persona pueda expresarse libremente”. Hay que destacar que se trata de un proyecto con un gran compromiso solidario, ya que destinan el 10% de los beneficios obtenidos a estas asociaciones.

A través de su web, ofrece sus productos para todo el mundo, garantizando que la diversidad y la inclusión trascienden fronteras. Además, sus prendas también se pueden encontrar en las tiendas físicas de Trócola, donde su mensaje de igualdad y empoderamiento llega a un público aún más amplio. Pero la conexión con la comunidad no termina ahí: el próximo 4 de mayo, desde las 10:30 hasta las 14:30 y de 16:30 a 19:30 horas, Kokitoko estará presente en el market «Para Mama» en la calle Velarde 25 de Elche, con talleres gratuitos, picoteo y otras sorpresas, fortaleciendo lazos y difundiendo su mensaje de inclusión en cada rincón.

El verdadero desafío de Kokitoko radica en derribar barreras y acercar a la sociedad a la inclusión. Es emocionante ver los diseños de personas con discapacidad en las calles, mostrando que son capaces de expresarse y trabajar en equipo. María Jesús encuentra satisfacción en “hacerles sentir que son capaces” y el orgullo que sienten al ver sus creaciones en productos reales es palpable, a lo que ha añadido que con cada diseño “se me llena el corazón”. De igual manera, tiene claro su objetivo: “favorecemos la integración, ya que damos visibilidad, mostramos que ellos son capaces de realizar cualquier cosa que se propongan”, algo que “tiene muchos beneficios comprobados científicamente: aumenta el bienestar emocional, aumenta la autoestima, el respeto por uno mismo”.

El futuro de Kokitoko se ve prometedor, con proyectos emocionantes en mente. Uno de ellos, «Elche, mi vida», es una colaboración con el ayuntamiento para resaltar las tradiciones locales, donde las personas con discapacidad tendrán la oportunidad de diseñar productos que representen estas tradiciones. Además, la marca busca establecer colaboraciones con empresas a través de la responsabilidad social corporativa para crear diseños personalizados que reflejen la identidad de cada empresa.

María Jesús y Kokitoko son un claro ejemplo de cómo la pasión, creatividad y compromiso pueden generar un impacto positivo en la sociedad. Su enfoque inclusivo y su dedicación a entender las necesidades de este grupo demuestran que la moda puede ser mucho más que una expresión estética, sino también una herramienta para promover la diversidad. Su cometido no solo transforma vidas individuales, sino que inspira a otros a unirse en la lucha por un futuro donde la diversidad sea celebrada y la inclusión sea la norma.