OPINIÓN

A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España


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Antonio Buitrago
11 de diciembre de 2024 - 14:14

Esta obra, autoría del gran Manuel Chávez Nogales, escrita cuando tan poco podía decirse porque todo, como hoy, estaba tan politizado que sólo podías ser ángel o demonio dependiendo del bando. Es tan neutral a la realidad que contempla pese al claro color republicano de D. Manuel, que no gustó ni a los unos, ni a los otros, de ahí que, en su tiempo, se aparcara lejos de toda vista. Redactada entre 1936 y 1937, en plena guerra civil, se divide en pequeños “cuentos”, todos, basados en hechos reales, con los protagonistas como actores, y con su pena o miedo como recurrentes, y es por ello el que deja tan claro como deja, a que degradación puede llegar el hombre que, centrado en sus ideales, olvida que, como él, es el resto, independientemente de a quién rece, a quién vote, o quién quiera.

Muchos, bastante más ilustrados e inteligentes que yo, como yo, han visto en este libro el baño de coherencia que necesitaríamos que se mostrara en las clases de la ESO a la Universidad si dejar de lado los institutos, para, de una vez y por todas aparcar este tonto odio que políticos analfabetos, avaros y egoístas, nos inoculan en vena para mantenernos serviles como perritos falderos, siempre agradeciéndoles, siempre atentos, siempre aborreciendo al resto, a veces, por lo que el resto tiene y a nosotros nos agradaría tener, eso sí, sin trabajar, sin arriesgar y sin pasar frío. O, por lo que el resto piensa y, sin saber en realidad por qué, entendemos, porque así nos lo ordenan esos analfaburros interesados, que debemos de atacar.

Esta, para mí, es la magistral obra que muestra que, incluso en el peor de los entornos, cabe esperanza, en este caso, la de un hombre considerado a si mismo libre y que por encima de lo que pueda creer, sabe qué está bien y qué, está mal, para que, sin reparos y con todo lo que ello puede doler, colocarse delante de una maquina de escribir para dejar constancia al mundo que le rodea y el de un poco más allá. Sobre qué, cómo, dónde y, por medio de quién, está pasando.

Si no ha leído este libro y es usted uno de esos que se cree todo lo que le cuentan ahora quienes, de un bando u otro, pintan la historia como le viene en gana ya que eso es mucho más cómodo y menos aburrido que ilustrarse por los que sí, estuvieron allí. Viviéndolo en persona, contándolo sin miedo, cerrando de cuando en cuando los ojos, no por no verlo, si, para tratar de entenderlo. Dese una oportunidad, léalo, nunca es tarde para caer del burro, para entender que nadie tiene, ni toda la verdad, ni toda la razón, y que ni todo es tan bueno, ni todo es tan malo. A excepción claro, de esos políticos de mierda que lejos de unir separan, porque separados, somos un poco menos y mucho más indefensos.

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