El talante o la disposición personal es fundamental a la hora de conformar la imagen de un ciudadano o ciudadana, máxime, si es un servidor público con responsabilidades de gobierno. En este caso, gobierno municipal. El respeto, el saber estar, el “tener correa” en esto de la política y saber encajar golpes, metafóricamente hablando, va intrínseco en la parte más política de ser concejal de un ayuntamiento, gobierno provincial, autonómico o nacional.

Lo que no se puede hacer desde el sillón del Salón de Plenos de Elche, ahora rodeado de cuadros, cuadros y más cuadros, es dar un golpe en la mesa porque la situación no le guste a un concejal. Y ahora no hablo de forma metafórica, hablo de situación real.

El concejal de Hacienda, el señor Francisco Soler Obrero, en un estado de elevado cabreo y enfado, dio un golpe en la mesa cuando nuestro portavoz, Héctor Díez, apelaba a la presidenta del Pleno porque estaba permitiendo que el edil popular tuviera más de dos minutos más de lo normal en su intervención, tiempo que no concedió al PSOE. En ese momento, el señor Soler dio un sonado golpe en la mesa que me recordó a esos gestos autoritarios que se hacían en otros tiempos cuando alguien llevaba la contraria al jefe y éste decía “¡cállese que aquí se hace lo que yo diga y punto!”.

Quizá no esté acostumbrado al lenguaje propio de la política, pero después de 9 meses en el ayuntamiento y perteneciendo a un partido político, debería ser conocedor de que las formas, así como el fondo, es importante. No es lo mismo ser contundente que hablar gritando; no es lo mismo estar serio que estar enfadado; no es lo mismo dar argumentos que descalificar y no es lo mismo ser honesto que ser arrogante a la hora de explicar esos argumentos.

Nosotros entendemos que alertar de que el concejal de Hacienda ha incumplido la ley de Haciendas Locales, de que no se había traído en tiempo y forma la liquidación al pleno de marzo debido a sus malas decisiones en el departamento, no es del agrado del edil del PP y evidenciar que el PSOE le marca el ritmo al PP en esto de la hacienda local, menos todavía. Pero el edil responsable de la gestión tributaria y financiera debe saber qué esto es la política y que el talante es importante. Por eso, le decimos que así no, señor concejal de Hacienda.