OPINIÓN

Cada día un sobresalto, una nueva ocurrencia del sobresdrújulo americano


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Santiago Pascual
19 de febrero de 2025 - 15:50

Además de que éste señor ha tenido la feliz idea de rodearse de un elenco de magnates que al unísono interpretan la partitura que cada noche se inventa su líder, resulta absolutamente vertiginoso tratar de hablar de lo que podría ocurrir en un futuro inmediato en nuestro país o mejor en toda la región política ya que el Señor Trump ha llegado a la casa Blanca cumpliendo sus amenazas preelectorales multiplicadas por diez.

Nos temíamos algo relacionado con los aranceles, política sustanciosa para un país como Estados Unidos, pero la realidad nos sorprende cada día o cada día varias veces con efectos unilaterales multiplicados por cien.

Su intención expansionista resulta incongruente en una economía como la imperante en todo el mundo, en la que hasta el momento solo Putin se había atrevido a ocupar por la fuerza un país soberano y vecino, en lo que ese dirigente pensaba un paseo triunfal y que le está costando serios reveses militares y miles de soldados rusos muertos además de los ucranianos asesinados en ésta sinrazón y todo porque ese país vecino, Ucrania, decidió no conformarse con esa barbaridad y no dejarse avasallar.

Sus bravuconadas , las de Trump, en referencia a Canadá, a Panamá y Groenlandia no tienen ningún sentido más allá de las rabietas imperialistas de un señor que pese a haber sido votado por los americanos, dudo mucho que tenga el suficiente respaldo como para llevar a cabo toda esa sarta de envites y órdagos.

La verdad es que desde el mismo día de su toma de posesión del sillón presidencial en el despacho oval, no ha dejado de sorprender al mundo entero y de generar corrientes favorables a las ultraderechas de todo el mundo, además de hincharse a regalar plumas negras o más bien rotuladores de punta ancha, como regalo para sus cercanos.

Hoy los ultraderechistas de muchos países se sienten algo más empoderados y mucho más capaces de cometer cualquiera de las tropelías que albergan en su imaginación política y por eso convocan cumbres más que borrascosas en las que se aplauden, se jalean y se montan a los caballos reales y ficticios que tienen a mano.

La chulería al poder

Y si no que le cuenten al mundo porque pretende éste señor o señorito apropiarse toda la Franja de Gaza, “por el morro”, para construir lo que sería su renta vitalicia más inmoral. Nada más ni nada menos que construir allí una “” riviera””, lugar de rascacielos, casinos, burdeles y toda clase de edificios destinados al placer de ricos.

Les roban a los gazatíes sus tierras y lo que queda de sus casas, para llenarse los bolsillos con el pelotazo urbanístico más grande del mundo en todos los tiempos, al menos que recordemos.

No tiene freno y no tiene principios.

Tanto que ha sido capaz de destituir a todos los jueces, fiscales y servidores públicos que trataban de castigar sus delitos, con sentencias firmes, que ahora serán incapaces de hacer valer, incluso de buscar los documentos probatorios de los delitos cometidos.

Nosotros, desde aquí asistimos atónitos a éste devenir de la política global amedrentados con sufrir la política de tasas a los productos de calidad que llevamos a Norteamérica y que son muy apreciados por los consumidores americanos. Pero ahora, con los aranceles multiplicándose, sería imposible llegar de una manera competitiva a aquellos mercados.

Una verdadera locura y un despropósito sin igual.

Claro, no es solo contra España, es contra todo lo que les llegue desde Europa.

Pero mal de muchos no resulta de consuelo, y mucho nos tememos que vayamos a tener en éstos próximos cuatro años un problema tras otro para llegar a aquellos mercados.

Sabemos que nuestros comerciales buscan las maneras de llegar a los clientes de una forma razonable y seguro que lo harán para evitar la perdida de mercado.

Pero las trabas no son buenas, para nadie.

El Parlamento Europeo ha debatido al respecto de las consecuencias de la llagada de Trump a la casa Blanca y de los posibles aumentos de los aranceles y lo han definido los especialistas como un choque de trenes del que la Agricultura podría ser la más perjudicada.

La política desarrollada por la Unión Europea de firmar acuerdos preferenciales con diferentes países y zonas económicas del mundo podría servir de freno a la repercusión de los tan temidos aranceles a nuestros productos agropecuarios.

MERCOSUR es lo último firmado y pese a que a los agricultores no les parecía muy bien, lo cierto es que gracias a esos acuerdos la producción europea tiene nuevas zonas de expansión económica y porque no, un futuro para una parte importante de nuestras producciones agropecuarias. Eso es futuro imperfecto y a los Agricultores y ganaderos tendrían que ayudarles a superar los primeros años de éstos acuerdos a fin de llevar a esos nuevos mercados más productos de calidad que de alguna manera compensen la pérdida de una parte de los consumidores americanos. Yo la hizo la Unión Europea cuando Rusia aplicó el veto a los productos europeos y españoles, mediante una ayuda económica que enjuagara, aunque parcialmente, santísimas pérdidas. Pero los retos hacen aflorar el talento y a los mercados rusos llegan los productos, aunque no como antes, a través de terceros. De hecho, ya hace muchos años, antes del veto ruso, que para comercializar allí pimientos Premium, lo hacía vía intermediarios cualificados que al mismo tiempo hacen caja. Países vecinos que vieron en ello una manera de enriquecerse. Y pese al veto ruso, seguimos consumiendo ingentes cantidades de energía rusa (gas, petróleo, etc.). Si bien es cierto que las últimas políticas europeas tratan de limitar ese flujo, incluso eliminarlo.

El dirigente americano pretende que los países europeos le compren a él el gas, el petróleo y todos los equipamientos militares, para lo que se permite exigir desde el seno de la OTAN un aumento en el gasto militar. Es como el grandullón que sale al patio del colegio y extorsiona a todos para que le den lo que el pida, el balón, los almuerzos….etc.

Europa tiene un punto estratégico que hacer valer. Pese a ser un club donde cada socio tiene soberanía, la propia Unión Europea tiene que crecerse en las negociaciones y sacar pecho ante el bravucón y hacer valer todos los derechos tanto de consumidores como de agricultores y lo más importante y que nos identifica es que tiene que hacer valer ante América y otras economías, que el Medio Ambiente es un valor real y muy importante para el futuro, porque Trump no quiere saber nada de proteger los humedales ni las especies en peligro de extinción y mucho menos del calentamiento global que provocará en muy pocas décadas que miles de poblaciones costeras en todo el mundo desaparezcan como engullidas por el aumento del nivel de las aguas.

Ese es el reto. Hacer frente ante el señor Trump, no como un club de socios, donde cada cual hace un poco lo que quiere (mas o menos como el señor Orban), a quien ya se le ha llamado a capítulo, sino como una economía importante que garantiza los derechos de los trabajadores y los derechos de los consumidores, que garantiza las producciones agrarias de calidad y que tiene los mecanismos para compensar a los agricultores y ganaderos por los sobrecostes que suponen sacar adelante las producciones. Aunque todo sea dicho, son necesarias unas ayudas un poco más sustanciosas para evitar que los agricultores profesionales dejen la actividad en manos de las multinacionales y los fondos de inversión que se están fijando en las diferentes agriculturas como factores de futuro.

Tiene mucha gracia que los fondos de inversión vean el futuro suculento de la agricultura y los profesionales, propietarios de sus tierras, apenas si puedan, en muchas de las ocasiones, salir delante de una manera digna.

Las diferentes universidades deberían poner todo el talento a trabajar para analizar el futuro de nuestros campos y formar a los AGRICULTORES en todo lo que sea necesario para que a ellos les llegue también ese futuro que ven los fondos de inversión. La Inteligencia Artificial.

Necesitamos más Europa. Y necesitamos creer firmemente que de ello depende realmente nuestro futuro.

Lo estamos haciendo bien, mucho mejor que en otras zonas del mundo. Producimos más calidad y con las máximas garantías para los consumidores. Eso no lo pueden afirmar otras zonas productoras del planeta. Las exigencias en el seno de Europa ahora son un valor importante que argumentar y poner como ejemplo allá donde proceda protegiendo así ese futuro que pertenece a nuestros AGRICULTORES Y GANADEROS.

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