OPINIÓN

Con Pepa Pig empezó todo

13 de junio de 2024 - 23:54
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Los resultados electorales recientes en Elche han dejado un panorama político claro y contundente: el Partido Popular (PP) ha logrado una amplia mayoría, superando con creces al PSOE, mientras que Compromís en coalición con Más País ha sufrido un duro varapalo. Esta situación refleja un cambio significativo en el mapa político local y plantea interrogantes sobre las estrategias y la aceptación de los distintos partidos entre el electorado ilicitano.

Extrapolar los resultados europeos a los locales puede ser engañoso, pero sin duda ofrece una guía interesante para entender cómo los partidos políticos están afrontando el primer año de elecciones. Es sorprendente la aparición del partido “Se acabó la fiesta”. Haciendo una simulación de los resultados a elecciones locales, obtendría dos concejales. El panorama general muestra una amplia mayoría para el centro-derecha y una gran caída de la izquierda. Por el contrario, en la Comunitat Valenciana, el PSOE ha recortado al PP, lo que demuestra que están trabajando mucho y eso tiene su recompensa.

En este contexto, las recientes declaraciones del presidente del gobierno sobre la necesidad de una ley de prensa que incluya más tertulianos progresistas y que barajan sus socios que incluso se pueda sancionar a las empresas que se publiciten en medios no afines resultan alarmantes. Desde mi perspectiva, esto representa un serio golpe a la democracia. Como firme defensor de la democracia, considero que los medios de comunicación de todos los signos políticos deberían unirse para rechazar esta medida.

La función de los medios es ser un contrapoder, una herramienta esencial para la democracia. Intentar regular la composición ideológica de los periodistas o sancionar a las empresas por su elección de medios publicitarios es un ataque directo a la libertad de prensa y expresión.

Es entendible que los malos resultados electorales puedan llevar a medidas desesperadas, pero estas acciones solo agravan la percepción de debilidad y falta de cohesión en el gobierno.

La libertad de prensa no puede ser sacrificada en el altar de la conveniencia política. Es la empresa, junto con los clientes, oyentes, televidentes y lectores, quienes deben decidir qué contenidos consumir y apoyar. El Código Penal ya contempla sanciones para quienes vulneren el honor de las personas o cualquier otro derecho. Ir más allá de esto para limitar la capacidad crítica de los medios es una vergüenza absoluta.

He de confesar que he llamado a varias universidades para apuntarme al curso de cómo ser un opinador progresista. Pero me han dicho que están preparando el software.

Aprovecho la oportunidad para denunciar que me obligan en Elche Capital a criticarle y que me rebelo contra el “fango” facha que le critica, poniéndome en pie para alabar a nuestro líder, diciendo que Pedro nunca miente, que es el mejor presidente de la historia, que gracias a él España vive una época de concordia y bienestar.
Pepa Pig lo empezó todo. Gracias por derribar los muros, santificado sea tu reinado, más líbranos del Pequeño Nicolás, amén.
Y como diría Yolanda Díaz “ a la mierda … ¿la dignidad ?
¡Gracias, presidente, eres el mejor!