El Elche se enfrenta este domingo a un recién descendido de Primera División, considerado uno de los favoritos para ascender, aunque no ha empezado nada bien. Tiene una trayectoria similar a la del Elche, sobre todo en casa. De los tres partidos que ha jugado como local, solo ha conseguido un punto y ha encajado la friolera de seis goles. En el único partido que ha disputado fuera, en Ferrol, también tuvo muchas dificultades y ganó 1-0, pasándolo realmente mal.
De hecho, el entrenador, Guille Abascal, ya está siendo cuestionado, y el equipo muestra muchas dudas. Han cambiado varias veces su estilo de juego: empezaron con una defensa de cuatro (4-4-2), luego jugaron con tres defensas (3-4-3) y en los últimos encuentros han utilizado una defensa de cinco (5-3-2), con tres centrales y dos laterales, siendo estos últimos de lo poco que se mantiene fijo en el equipo.
Incluso ha habido cambios en la portería, alternando entre Martínez y Luca Zidane. Los medios de comunicación especulan con el debut de un tercer portero, Diego Mariño, quien estuvo en la órbita del Elche, pero finalmente fichó por el Granada. Hasta ahora, el equipo ha utilizado a 22 jugadores, lo que ha generado malestar en la afición. Los resultados no llegan, hay muchas dudas y constantes cambios de rumbo en el estilo de juego: en algunos momentos juegan combinando demasiado, en otros, demasiado directo. Los jugadores no tienen claro si deben jugar de manera posicional o a la contra, lo que afecta su rendimiento y el del equipo.
Como mencionamos, lo único estable parece ser el centro del campo y los laterales, Ricard Sánchez y Carlos Neva, que se mantienen tanto en el sistema 4-4-2 como en la defensa de cinco. En el centro del campo, aunque hay variedad, con opciones de jugar con dos o tres mediocentros, destacan jugadores como Oncla o Sergio Ruiz, que aportan trabajo y despliegue físico, equilibrados por la calidad de Manu Trigueros, procedente del Villarreal, y Gonzalo Villar, un viejo conocido del Elche. Sin embargo, a pesar de su calidad, no están rindiendo al nivel esperado.
En las bandas, hay dos jugadores que generaban muchas expectativas, pero no están ofreciendo el rendimiento esperado: Bilal Touré, de Georgia, y Szymon Włodarczyk, de Polonia. Ambos se están diluyendo y no están jugando al nivel que se esperaba de ellos. La delantera también ha sido un área con muchos cambios, junto con la portería, y es donde el entrenador tiene más opciones, aunque ni él ni los jugadores parecen estar a la altura física, técnica o táctica requerida. En ataque, tiene opciones como Uzuni, Weissman, Cabaco, Boyé, Reinier y Siriki Dembélé, muchos de ellos jóvenes con buenas perspectivas. Sin embargo, hasta la fecha, ninguno ha rendido como se esperaba. De hecho, de los tres goles a favor que lleva el Granada, ninguno ha sido anotado por estos delanteros, sino que han sido fruto de jugadas a balón parado, el único punto fuerte y peligroso del equipo.
Nos encontramos ante un equipo que ataca mal, defiende de manera débil y es muy previsible. El problema es que el Elche tampoco atraviesa un buen momento, pero esperamos que se aproveche de la inestabilidad y del mal juego del Granada.
