Ya lo dijo Valdano y más con la consabida historia de los minutos jugados en el Bernabéu y corroborado tras el partido de ayer de nuestro Elche, con un gol una vez más detrás de la épica en el minuto 93 de Fede Valverde con el Real Madrid frente al Athletic de Bilbao. Los dos líderes de las máximas categorías del fútbol español peleaban por sus respectivos títulos de campeón y esta vez con suerte disparan, la diferencia esta vez fueron unos centímetros el disparo al larguero en el minuto 90 por parte del Elche, aunque en el siguiente minuto fue el Albacete con un disparo cruzado de zurda en el borde del área pequeña, que te pudo dejar helado con una derrota que habría dejado la clasificación más ajustada aún si cabe, mientras que en el lado de Valverde fue un auténtico golazo más propio de su golpeo que le permite seguir luchando por el título de campeón de España.
Todo esto resultó por la situación provocada por los estados de ánimo que mencionaba anteriormente, llevas 10 partidos seguidos ganados en casa y los cuatro últimos consecutivos igualmente ganados y a la media hora de partido te pones con 2-0 por delante, con un ambientazo en tu casa y todo te viene de cara, ahí es cuando entra la mente del ser humano, quieras o no te pasa por la mente nos viene todo de frente el rival está rendido ya está hecho y tu cuerpo, aunque tú no quieras, tiende a relajarse y no puedes dejar hueco a esta relajación.
Lo difícil es que 11 mentes piensen: Queda todavía una hora por delante, este es el peor resultado que puede haber, el rival te hace un gol y se viene arriba y tú empiezas a no querer el balón, vamos a por el tercero e intentamos cerrar el partido. Pero claro el fútbol es totalmente impredecible, y si no diganselo al Levante, que ayer en el minuto 85 ganaba 3-0 y al final acabó el partido con un 5-2, sin peligrar la derrota pero en partidos ajustados como el del Albacete se puede decantar la balanza para un lado o para el otro. Y eso fue lo que pasó, un minuto después del 2-0, el peligroso lateral del Albacete forjado en la cantera madridista Javi Rueda, en una de sus incursiones por banda, se plantó solo ante Dituro y resolvió de manera precisa para animar a su equipo, y al llegar al descanso casi fue un alivio porque casi se pusieron por delante con un 2-3.
Yo pensaba que era mejor antes del descanso, que les puedes avisar a tus jugadores que estas cosas pueden pasar, que no que te pasen las postrimerías del partido y no te dé tiempo para reaccionar, ya sabían del repliegue intensivo del Albacete y de sus peligrosos contraataques que te podrían dar algún susto, pero a pesar de eso se siguió insistiendo, intentando por dentro con buenas combinaciones, por fuera con centros precisos, pero sin seguir apareciendo rematadores en zonas claves del área, con falta de imprecisión por parte de Álvaro Núñez, por ejemplo, pero bastante que llegó a esas zonas de finalización.
Al final, algo frustrado porque te acostumbras muy rápido a lo bueno y la parroquia ilicitana quería volver a saborear un nuevo triunfo y más tal como se había puesto el partido. Pero ya sólo quedan seis partidos y todos claves, pero ya vendrá la salida a Burgos y la venida de Levante, pero ahora no queda otra que pensar en la salida a Granada, anular al más que conocido Lucas Boyé y nuestro querido Fran Escriba e intentar ir por los tres puntos ser ambiciosos e intentar cerrar el objetivo cuanto antes.