OPINIÓN

IMPRESIONES DE UN PASADO (XV)

21 de septiembre de 2024 - 09:34
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Manuel de Godoy y Carlos IV

La vuelta al cole es siempre motivo de discordia para muchos y de alegrías para otros, los pequeños de casa se encuentran con ganas de retomar esa nueva amistad que se estaba fraguando con sus compañeros de clase, los más adolescentes y que están en proyecto de formación para ser adultos, se encuentran algo disconformes con esa vuelta, no quieren poner el despertador del móvil a trabajar tras varios meses de asueto, no tienen ganas de recuperar rutinas ni de ponerse manos a la obra.  Estos futuros alumnos, que son con los que suelo trabajar en mi día a día, veo que les cuesta iniciar el curso, atrás dejaron su primer amor de verano, vinieron las despedidas que ya anunciaba el Dúo Dinámico, han perdido los hábitos de estudio que tenían en la recta final del curso pasado y andan algo perdidos en estas primeras semanas.

Luego, están los papás y esos grandes comodines, los queridos abuelos, que tanto cuidan de los más peques y que, con ellos, aprenden a gestionar sus frustraciones, a comer de todo lo que se pone en la mesa  e incluso los llevan al cole. Ya te digo que muchos de ellos se implican con sus nietos mucho más que hicieron con sus hijos. La mayoría de ellos lo hace sin protestar y sin apenas recibir un agradecimiento, también los hay que lo hacen a regañadientes y que dicen que ellos ya ejercieron como padres y que cada barco  aguante su vela, alegan que les queda poco de vida y siempre es mejor disfrutar con sus parejas o amigos de los famosos viajes del Imserso  que de ser guardianes custodios del hogar y de los seres que habitan en él.

El caso es que tanto los papás como los abuelitos están encantados de “soltar” a los más pequeños del hogar  en esos lugares seguros, llenos de valores, conocimientos y normas  que son muchos de nuestros colegios e institutos.

Ya estamos a 22 de septiembre. Retomamos nuestra actividad semanal en este rotativo y con ella continuamos con las Impresiones de un pasado. Este recuerdo del pasado, esta forma de conocer la Historia para poder comprenderla, me trae a la mente la fecha del 18 de diciembre de 1802.

Este día,festividad  de la Esperanza, vino a visitarnos la Familia Real Española con Carlos IV a la cabeza. El séquito no debió ser nada reducido ya que el rey iba con su mujer María Luisa de Parma, quizá varios de sus hijos ( llegaron a tener doce), algún que otro ministro y el que considero como el verdadero traidor del siglo XIX, Manuel de Godoy, Valido del  rey. Como os podéis imaginar esta visita real causó mucho revuelo en una población que ese año tenía 20.354 habitantes. Hicieron noche en nuestra población y al día siguiente continuaron con  su viaje rumbo a Cartagena. El hijo de Carlos III, aquel monarca que se valió de ministros reformistas e ilustrados tales como Jovellanos, Floridablanca u Olavide, pasó la noche en el Palacio Episcopal, junto a la basílica de Santa María, que había sido consagrada tras finalizar sus obras en 1784. Este rey pretendió seguir con la línea continuista de su padre pero los sucesos revolucionarios que se dieron tras la Revolución Francesa de 1789, imposibilitaron el aperturismo, cerramos fronteras y volvimos a las medidas más férreas del Antiguo Régimen.

Quizá el mayor responsable de toda su política exterior fue Manuel de Godoy, favorito y primer ministro, Generalísimo y Príncipe de la Paz tras sus negociaciones en la Paz de Basilea( 1795). Este personaje fue el responsable de la entrada de las tropas napoleónicas en España en 1808. Lo que nos interesa saber es que seis años antes pernoctó en la casa del marino y matemático Jorge Juan, situada entre las calles Corredera y Puente Ortices. Este palacete nobiliario de estilo barroco está a día de hoy catalogado y protegido  en el registro de Edificios Histórico-Artísticos de la ciudad de Elche.

Elche, que en aquellos primeros años del siglo XIX aún estaba catalogada como villa, recibió a los ilustres visitantes con fuegos de artificio, arcos triunfales hechos de flores y ramas secas, música en la calle y fueron  recibidos por la corporación municipal del momento. Suponemos que visitaron los edificios más emblemáticos de la ciudad como son la basílica menor, el ayuntamiento, la torre del Concejo, el palacio de Altamira y la torre de la Calahorra. El grado de conservación de estos edificios, salvo el de la basílica, debió ser muy precario debido a la dejadez de nuestros gobernantes, la extrema pobreza y enfermedades, la falta de medios y la poca cultura que en esa época teníamos por conservar y restaurar edificios u obras de interés general.

Aún no existía el Huerto del Cura tal cual lo conocemos hoy pero quizá, la familia real y su valido pasearon por algunos de sus huertos y rodeados de palmeras degustaron nuestro tradicional y sabroso Arroz con Costra (llamado por el bueno de Don Pedro Ibarra, el Tesoro Escondido). También es de suponer que en dicho palmeral ilicitano se fraguara la alianza hispanofrancesa contra la pérfida Albión que nos  llevó  a la Batalla de Trafalgar (1805). Incluso, quizá, el apátrida de Godoy maquinara ya el encuentro con Napoleón para entregar España al emperador francés ( Tratado de Fontainebleau,1807). Es así como los gabachos nos invadieron al año siguiente, el ejército francés entró en territorio español con la excusa de invadir Portugal, país rival, y aquí estuvo hasta que el pueblo español lo expulsó en 1814.

Desconocemos si se les obsequió con algunos motetes del Misteri en Santa María, si se fueron con un buen sabor de boca o si esta visita llegó a aparecer en algún semanario de  la Villa y Corte de Madrid. El caso es que un monarca no regresaría a Elche hasta que lo hiciera el 16 de marzo de 1871 Amadeo I de Saboya para concedernos el título de ciudad, luego vino a visitarnos Alfonso XIII el 14 de abril de 1905. El rey emérito  Juan Carlos I vino siendo Príncipe de Asturias y posteriormente como Rey, su hijo y actual rey, Felipe VI, lo hizo en la llegada del AVE a la población. Como monárquico que me considero, me gustaría que los actuales Reyes de España vinieran a la población para presenciar las representaciones del Misteri d’Elx en octubre de 2025, coincidiendo con el Año Jubilar con motivo del LXXV aniversario de la proclamación del Dogma de Fe de la Asunción de María a los cielos en cuerpo y alma por el Papa Pío XII.