El próximo domingo 9 de junio tenemos otra cita con las urnas. Y no es una cita cualquiera. Las elecciones al Parlamento Europeo, que en circunstancias normales no tienen una gran repercusión, tienen en estos tiempos una importancia extraordinaria.
Del Parlamento Europeo dependen las leyes de migraciones, medioambientales o agrícolas, pero también depende de esta entidad el control democrático de todas las instituciones de la UE. En otros tiempos, este control sobre las instituciones pasaría desapercibido en España, porque contábamos con una separación de poderes y una democracia sana.
Pero no es lo que ocurre ahora. Lamentablemente, el presidente Sánchez ha colonizado todas y cada una de las instituciones que ha podido. Y no ha terminado todavía. La regeneración democrática que quiere emprender tras las elecciones europeas nos pone los pelos de punta. Controla RTVE, el CIS, la Agencia EFE, la Fiscalía General del Estado, el Tribunal Constitucional… y así, podríamos llenar 4 folios más simplemente con sus nombramientos a dedo entre sus amistades.
Uno de sus nombramientos estrella ha sido el de Teresa Ribera como número 1 de su lista para las elecciones al Parlamento Europeo. Ha sido la número 1, desde luego, contra los agricultores ilicitanos por los recortes ideológicos del trasvase Tajo-Segura (26 en total). Este nombramiento es toda una declaración de intenciones de este Gobierno. Que se preparen todos aquellos que quieran seguir viviendo de la agricultura, porque si la política medioambiental europea depende de la sra. Ribera, todo puede ir a peor.
En cambio, en la lista al Parlamento Europeo del Partido Popular, cuenta con perfiles profesionales, en gran medida independientes del Partido Popular. Expertos en las diferentes materias, como Marián Cano, quien tendrá la oportunidad de defender a nuestro sector del calzado en Europa desde el rigor y los datos. Cuenta también esta lista con la, hasta ahora, consejera de agricultura de Andalucía, comunidad hermana en la lucha por el agua que se nos niega y que sabe muy bien de la importancia de nuestro bien más preciado.
Estas declaraciones de intenciones por ambos partidos, el uno por la negación a la actividad económica que nos ha hecho ser la despensa de Europa y el otro por apostar por personas expertas y cualificadas que ayuden a desarrollar políticas útiles para todos son las que se deberán valorar en 9 de junio. ¿Cuál es la respuesta que queremos dar? Yo, lo tengo claro.