Durante la menopausia, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos que afectan no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y la energía diaria. Uno de los aspectos clave para manejar estos cambios es cuidar de la salud intestinal y asegurar una adecuada micronutrición. En esta etapa, prestar atención al intestino y a los nutrientes esenciales puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida, ayudando a reducir síntomas incómodos, mejorar el ánimo y conservar la energía.
La relación entre el intestino y la salud hormonal se vuelve particularmente importante en la menopausia, ya que el equilibrio de la microbiota intestinal contribuye al metabolismo de los estrógenos, cuya disminución caracteriza esta etapa. Un intestino en buen estado ayuda a regular la absorción de nutrientes y mantiene el equilibrio hormonal, minimizando síntomas como sofocos, cambios de humor y fatiga. Sin embargo, con los cambios hormonales, la microbiota puede verse afectada, causando desequilibrios que interfieren en la digestión, la inmunidad y el estado emocional.
La correcta absorción de micronutrientes es esencial para mantener el equilibrio físico y emocional en la menopausia. Minerales como el calcio, el magnesio y la vitamina D son esenciales para la salud ósea, un tema crucial en esta etapa debido a la pérdida de densidad ósea. Asimismo, vitaminas del grupo B, junto con el zinc y el hierro, ayudan a mejorar los niveles de energía, que suelen disminuir debido a los cambios hormonales y al aumento de inflamación que puede surgir en la menopausia. Asegurar un aporte adecuado de estos nutrientes contribuye a un sistema nervioso saludable, que es clave para mantener un buen estado de ánimo y reducir la ansiedad y el insomnio.
Además, durante la menopausia, el eje intestino-cerebro cobra una relevancia especial debido al impacto de la flora intestinal en la producción de serotonina, el neurotransmisor que regula el ánimo y el sueño. Como la mayoría de la serotonina se produce en el intestino, un desequilibrio en la microbiota puede empeorar la tendencia a sufrir cambios de humor, ansiedad y hasta depresión en esta etapa.
La elección de alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios, como las frutas de colores vivos, las verduras, los pescados grasos y las nueces, ayuda a proteger las células y reducir la inflamación, que es común en esta etapa. Evitar alimentos ultraprocesados y azúcares refinados es clave para mantener en equilibrio la microbiota y, a su vez, mejorar el bienestar general.
En conclusión, mantener la salud intestinal y cubrir las necesidades de micronutrición durante la menopausia no solo alivia los síntomas asociados a esta etapa, sino que también ayuda a mejorar el estado de ánimo, la energía y la salud ósea e inmunitaria. Invertir en una dieta balanceada, rica en nutrientes específicos, y cuidar de la microbiota intestinal son pasos esenciales para vivir esta etapa con mayor vitalidad y bienestar, logrando una vida activa y equilibrada.
@angelamarialafuentemolla