La situación en la que estamos inmersos contra nuestra voluntad, a nivel global es mucho más que preocupante. Es de una alarmante y cruda realidad en la que, un país soberano, bajo el derecho del ojo por ojo y diente por diente está enfrascada de manera puramente irreflexiva en una batalla campal contra la mayoría de los países de su entorno y con un alarmante resultado de más de treinta mil asesinatos sin respetar los derechos que todos los seres humanos tienen a su dignidad, agua, alimentación, medicinas y agricultura, sobre todo resulta alarmante que de todos esos asesinatos la mayoría son niños, familias, abuelos, que no tienen ninguna culpa de ésta vendetta, tanto en Gaza, como en Líbano, y otros países del oriente próximo. Es una región inestable que ya tuvieron episodios sangrientos años atrás y que no han aprendido nada de aquellas enseñanzas. La justicia internacional está para eso. Ellos son quienes tienen que llevar al banquillo de los acusados a los terroristas que provocaron todo éste problemón internacional.

Solo ellos, amparados por policías internacionales que lleven los cascos del color que quieran, y que respondan ante el alto tribunal de sus investigaciones y detenciones así como de la ejecución de las sentencias.

En un mundo tan avanzado como el nuestro resulta tremendamente preocupante y angustioso que todo esté fiado al ojo por ojo y diente por diente, o mejor dicho al ojo por diez mil ojos y al diente pos treinta mil dientes, porque a éstas alturas esa es la infame realidad.

La Unión Europea, tenemos un papelón tremendo ya que no existe unanimidad entre los diferentes países.

Todos piden a voz en grito que cesen las hostilidades, las bombas y los asesinatos, pero a la hora de castigar a quien está perpetrando semejante barbarie, no se ponen de acuerdo, por la diferencia abismal de los intereses de unos y otros en ésta zona geográfica.

Duele recordar que la élite israelita domina el flujo de capital global en un porcentaje muy elevado (no me atrevo a decir si el 20 o el 30%) que son muchos billones de dólares.

Y aún hay un elemento más con el que el líder sionista juega a su favor que es el dominio casi en exclusiva del flujo de diamantes a nivel global, (quizá un 70%).

Y lo peor de todo es que las consecuencias, aunque estamos relativamente lejos de los conflictos armados, las sufrimos todos y de manera mucho más aguda los agricultores. Porque no tenemos lo necesario, por que lo que tenemos multiplica su coste y porque los mercados se comportan con muchísima cautela.

Perdemos siempre y creo que el resultado de las últimas elecciones en el seno de Europa, debería servir a todos para ver como se tiene que actuar con la ultraderecha y lo más importante, implementar lo antes posible ante ésta emergencia los medios necesarios, siempre dentro de la legalidad, pero abundantes para que los agricultores no se vean llevados al precipicio de las pérdidas insostenibles.

Eso si, nuestros problemas, todos ellos, se quedan pequeños cuando lo comparamos con los gravísimos problemas de nuestros vecinos relativamente cercanos.

Por ahora la señora Von der Layen, Ursula, ha conseguido acercar las posturas de un elenco de partidos evitando así que ocurriera lo que en Italia o en Argentina.

Y es cierto que todos estamos en un sin respirar hasta que se conozcan los resultados en Estados Unidos ya que si volviera a gobernar Trump, debemos recordar lo que hizo contra nuestros agricultores del Sur y del Levante. Conviene no olvidarlo y también conviene no olvidar de las perversas estrategias mediáticas que se gaste el señorito, a quien no importa lo más mínimo crear una realidad paralela y difundirla como cierta o incitar a grupos de pseudo ciudadanos y pseudo patriotas a tomar la sede del parlamento. Eso es muy peligroso.

Si Estados Unidos le da a Trump el gobierno, veremos como la ultraderecha se afianza en muchos otros países.

Los americanos tienen derecho a votar a quien quieran pero nosotros tenemos que mirar por nuestros intereses y con aquel señor lo pasamos francamente mal.