OPINIÓN

Nunca llueve a gusto de todos


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Santiago Pascual
30 de marzo de 2025 - 02:18

Si, parece una de esas frases manipuladas hasta el borrado y a la que en muchas ocasiones no se le da su verdadero sentido. Y es que , en fin de semana, unos quieren playa y los otros montaña, campo de fútbol o de cualquier otro deporte y es por eso que los agricultores y ganaderos suplican por la lluvia en una zona desértica, como la nuestra, y los urbanitas ruegan por el buen tiempo que les acompañe en sus travesuras casi ecológicas. Travesuras, no tanto de traviesos como de caminar sobre las traviesas. Se que me disculparán, pero es que me estaba poniendo excesivamente serio y eso debemos remediarlo, con pequeñas píldoras del lenguaje.

Pues verán, resulta que el año 2024 es el más seco y más caluroso desde que existen series de datos tomados oficialmente, vamos desde allá por los años cincuenta o sesenta del siglo pasado.

Después de casi seis meses sin caer ni gota, sequía total y absoluta, con gravísimos daños en los secanos, en los regadíos y en la ganadería, después de todo eso va el cielo y el día 29 de octubre de 2024, previos algunos avisos los días precedentes en forma de nubes densas y lluvias más localizadas, los meteorólogos que en éstos lugares no dejan de seguir las formaciones de tormentas, ya avisaron los días 27 y 28 de Octubre , que algo grave podría ocurrir, va el cielo y se abre en canal, dejando caer de golpe y porrazo toda el agua acumulada, que a la vista de lo ocurrido llegaron a ser más de setecientos litros por m2 en muy pocas horas.

Algo imparable. Algo para lo que la población debiera estar avisada, consciente del riesgo y evitando desplazamientos tan solo justificados en los caminos al hospital o de las fuerzas del orden para salvar a las personas en riesgo.

Por una parte la sequía pertinaz y por la otra parte una riada de consecuencias devastadoras, por los daños personales sufridos y por los daños materiales a recomponer. Más de doscientas cincuenta personas perdieron la vida sin tiempo para ponerse a salvo. Casas, negocios, empresas, la fuerza devastadora del agua impactaba en los ojos cuando una y otra vez mirábamos la llegada de las aguas y el nivel alcanzado, con los tapones de coches, como si de cañas se tratara.

Los agricultores, muy afectados, pero salieron con energía y valor a ayudar, para salvar vidas, para descongestionar calles y para llevar basuras a donde les encomendaran.

Recuerden, lectores, que cuando la pandemia más duro atacaba, los agricultores de cada población no dudaron en coger sus tractores y con las cubas dedicarse a sanear las zonas públicas y todas aquellas áreas que les pedían que fumigaran de manera súper eficaz. Y lo hicieron, vaya que si lo hicieron, Y en ésta ocasión no iban a ser menos.

Algunos de los agricultores que salieron con los tractores a ayudar, perdieron sus tierras y el arbolado con la cosecha sin recoger. Perdida total. Lo hemos visto en las imágenes en las que se observan los árboles tumbados con montones de cañas y basuras encima y en otras parcelas, en las que ni árboles quedan.

Casetas, caminos, sistemas de riego. Todo lo han perdido y ahora dependen de las administraciones para salir adelante, la mayoría de ellos. Os merecéis un grandísimo homenaje.

Os lo merecéis, amigos.

En nuestra zona suplicábamos que llegaran las lluvias y lo cierto es que hubo daños en Andalucía, en Murcia, en Castilla la Mancha, las tormentas apretaban pero a nuestra zona no llegaron.

Tuvimos que esperar tres meses más sin lluvias significativas, porque lluvias de cinco litros por M2, no se pueden calificar así, hasta que en Marzo nos llegó un tren de borrascas. Una detrás de otra regando nuestra tierras y dejando por el resto de la península copiosas lluvias que han hecho llenar los embalses hasta límites casi desconocidos, o al menos muy olvidados, incluso llegando a tener que desaguar alguno de los pantanos para evitar daños una vez comience el generosísimo deshielo de las nieves que supondrá al menos un centenar más de hectómetros cúbicos llenando los embalses.

Decíamos al principio que nunca llueve a gusto de todos, pero en lo de las nieves si que podemos decir que es a gusto de todos porque miles de familias se han lanzado a disfrutar de unas pistas con niveles insospechados de nieve esquiable y a disfrutar de las zonas lúdicas con los niños y niñas pertrechados al efecto a disfrutar con la nieve. No se que tiene la nieve que nos atrae tanto.

En nuestras zonas, que nieva pocos días y en ocasiones muy poco nivel, lo cierto es que se desplazan a la zona miles de familias ávidos de tocar la nieve, apretarla y lanzarla, como en la tele.

Las lluvias en nuestras comarcas siempre es un milagro. Siempre son bienvenidas y agradecidas, sobre todo por que regeneran las tierras limpiándolas de algunas sales, porque alimentan los árboles a través de sus hojas y porque casi todos los cultivos se benefician de la mejora de las tierras, como si fuera un magnífico riego y además suponen una cierta, bastante segura garantía de riego en la primavera y el verano próximo. Hay quienes dicen que las aguas acopiadas y las que llegaran en éstos dos meses próximos, darán garantía de riego incluso en el siguiente año hidrológico, porque se han llenado bastante.

Si las administraciones hacen lo propio de mantener en la cabecera del Tajo la gran cantidad de agua de los pantanos, podría llegar incluso para bastantes riegos, aguas a las que tenemos derecho, tanto como los que quieren esgrimir los de Castilla la Mancha.

En ésta última semana vemos recortes en los que los agricultores de Murcia se quejan amargamente unos porque no pudieron sembrar, otros porque las lluvias les dañaron los cultivos y los más porque ya casi a punto de recolectar, vieron malogrados sus cultivos. Insisto en que las aguas de lluvia en nuestras comarcas son un verdadero milagro, aunque algunos agricultores se quejen amargamente. Decir que los seguros agrarios están en nuestro país más avanzados que en las demás regiones productoras, del mundo. Si, del mundo. Nuestro sistema de seguros agrarios, son manifiestamente mejorables, pero son de los mejores.

No quiero dejar de expresar mis condolencias a las familias que han perdido familiares por culpa de la riada de Valencia el día 29 de Octubre pasado.

Ahora toca que las administraciones pongan encima de la mesa lo que hay que poner para compensar santísimas desgracias. Los seguros que contemplen los daños sin descontar franquicias ni párrafos perjudiciales para las familias y que la mayoría que puedan recomponer sus casas, empresas, negocios y actividades. Y digo la mayoría, porque hay familias que será muy difícil que se puedan recuperar de una desgracia tan grande.

Ojala que todos vean el futuro más inmediato con algo de brotes verdes, luminoso e ilusionante, aunque resulta difícil, lo sé. Pero al menos hay que intentarlo, por los que están y que jamás olvidarán, o jamás olvidaremos las imágenes devastadoras provocadas por la DANA en Valencia.

Para el resto de los campos, un verdadero milagro las lluvias de Marzo de éste año. El tren de Borrascas, encadenadas que atravesaron la península de Oeste a Este, regando por donde pasaban y llegando al Mediterráneo con bastante capacidad.

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