Si. Resulta mucho más difícil barruntar lo que podría llegar a ser la agricultura en nuestras comarcas y en todas aquellas que ejercerán influencia sobre nuestras producciones, que relatar con tristeza lo que fueron desastres encadenados en todas las comarcas agrarias. Y pese a todo ello vamos superando campaña tras campaña el volumen y el valor de las exportaciones tanto a nuestro mercado más natural, el de la Unión Europea, como a otros muchos mercados a los que dirigimos nuestras frutas y hortalizas de suprema calidad, cumpliendo con todas las limitaciones, exigidas por los consumidores, en forma de normas de calidad que no todos los que exportan a Europa cumplen, me refiero a los países terceros a quienes gustaría muchísimo ser principales y que tratan de llegar con precios más bajos para intentar quedarse con algunos mercados, a costa de las exigencias de calidad en sus campos y almacenes en perjuicio claro de los consumidores europeos.
Para que tengamos unos trazos generales al respecto de la AGRICULTURA en nuestra Unión Europea, se publica todos los años un Informe sobre las Perspectivas Agrícolas de la Unión Europea, elaborado por la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural en colaboración del Centro Común de Investigación.
Según éste informe, de cuya veracidad no tenemos la menor duda, la Unión Europea seguirá siendo un exportador neto de productos agroalimentarios y autosuficiente para la demanda interna en la mayoría de los productos básicos de la alimentación.
Según consta, el informe declara que el sector agrícola de la Unión Europea es resiliente y se está adaptando de manera satisfactoria a tres amenazas muy importantes. Tres desafíos fundamentales como son, el cambio climático, todas las preocupaciones sobre la sostenibilidad y la más importante, la cambiante demanda de los consumidores hacia producciones más sanas, saludables, sostenibles y sabrosas.
A esas demandas de los consumidores habría que añadir un dato básico que es el de la rentabilidad de las producciones para los agricultores y ganaderos.
Según se desprende de los datos aportados por dicho informe seguiremos exportando y se mejorarán las rentas de los agricultores mediante el aumento de la productividad y rendimientos económicos de nuevas variedades que aportarán beneficios económicos parta los productores cumpliendo con las exigencias de los consumidores.
Las producciones de frutas y hortalizas de la Unión Europea se enfrentarán a desafíos relacionados con eventos climáticos extremos, con el aumento de los costes energéticos, las limitaciones en el uso de los productos fitosanitarios y químicos y la irrupción de plagas foráneas de difícil control.
Se espera, según los datos que maneja éste informe, en relación con los informes de campañas anteriores, un incremento claro del consumo de productos frescos impulsado por una mayor concienciación de los consumidores sobre los múltiples beneficios de una dieta saludable.
En casos singulares se analiza con más detalle las razones por las que bajará el consumo de ciertas variedades de tomate, por la bajada de la producción de invierno y un cambio hacia el cultivo de variedades de tamaño más pequeño del fruto pero con mayor rendimiento y valor.
Una pequeña pincelada de cómo se ven las cosas desde el punto de vista de los científicos y postulando desde las administraciones centrales de Europa.
Desde nuestros campos las cosas no se ven igual. El campo visual se nos acorta y nos permite ver con más detalle lo que tenemos cerca y prestar menos atención a lo que afecta a todos los agricultores y ganaderos europeos. Los franceses en esto nos llevan décadas de ventaja. Para ellos, que se benefician mucho más de las políticas europeas que nosotros, esa es su ventaja, lo tienen todo más cerca. Pero no dejarán nunca que ninguna decisión europea les perjudique lo más mínimo y precisamente para hacerse notar no dudan en salir a las carreteras y empezar con los actos reivindicativos de su catecismo sindical. Volcar camiones enteros de frutas, hortalizas, vinos y demás producciones españolas, que para eso somos el objetivo menos batallador y que más rendimientos les darán en los medios de comunicación y en las administraciones de su país y de la propia Unión Europea.
Que piensan ustedes que podría ocurrir si en España, nuestros aguerridos agricultores volcáramos una camión de productos franceses por cada camión que volcaran ellos?????
Pues yo me atrevo a decir que a diferencia de los franceses, a nosotros nos llevarían a “chirona” a unos cuantos, mientras que la policía francesa llega siempre tarde y casualmente ya no hay allí más que espectadores curiosos, nada de los responsables.
Una vez llevaron a un sindicalista a prisión provisional presionados por los Estados Unidos y resulta que salió mucho más fortalecido el movimiento sindical agrario francés.
En fin. Ya tendremos ocasión de bajar más al detalle.
Ahora convendría reflexionar, de cara a estos próximos años sobre el Cambio Climático, que a nosotros nos afecta mucho más que a otros países de Europa. Primero porque tenemos ya casi media península afectada por el clima desértico, dato que hace veinte años solo afectaba a parte de la provincia de Almería. No podemos fiarlo todo a los trasvases ya bastante estigmatizados y por ello debemos de aprovechar hasta la última gota de agua en los sistemas de riego más eficaces y eficientes del mundo. Hace treinta años teníamos que ver a los Israelíes como trabajaban con el goteo. Hoy somos nosotros los líderes en tecnología y en aplicaciones prácticas y aún vamos a dar dos vueltas de rosca más al estudiar en detalle de manera científica cuanta agua beben realmente nuestros cultivos y para ello confiamos en la tecnología y en la Inteligencia Artificial que permite barajar miles de datos al tiempo para tomar las mejores decisiones al respecto.
Pero esto sirve también para las aplicaciones de tratamientos de tal manera que no se fumigan los bancales o las fincas como hasta ahora, sino que se aplican los productos de manera casi quirúrgica tratando los primeros focos de cualquier plaga evitando así aplicaciones mucho mas costosas. Incluso ahorrando una gran cantidad de los costes.
Los problemas serios de competencia de terceros países productores que llegan a los mercados con la ventaja del menor coste de producción y en franca competencia desleal con nuestras producciones y agricultores. Los consumidores de toda la Unión Europea deberían manifestar claramente su prioridad por el consumo de productos cultivados en las tierras de los diferentes países miembros. Con ello no decimos que otras agriculturas no tengan su porvenir, pero hay unas diferencias en cuanto a la campaña y las fechas de tal manera que, cuando no haya producción comunitaria, entonces se permita la llegada de otros países. Pero mientras hay producción de naranjas en Europa, para que se quiere dejar entrar otras naranjas más deficientes por llevar cosechadas muchas mas fechas y menos controladas respecto de los tratamientos fitosanitarios que para nosotros están prohibidos . Llevamos cientos de interceptaciones de frutas con residuos intolerables.
Pero claro, el problema lo tenemos en que la normativa europea establece unos limites máximos de residuos y la normativa mundial de la Organización Mundial del Comercio, es mucho más relajada y tiene menos materias vetadas. Y ahora que hacemos, porque nosotros ponemos las trabas, pero los “lobbys” de terceros paises no se están quietos y se defienden ante los organismos internacionales. A ver como queda éste partido que no es de la Campions.
Nuestros agricultores tienen muchos años de experiencia, si, en algunos casos demasiados. Lo digo porque hay una parte muy importante de la población agraria que supera mucho los sesenta y cinco años y de cuarenta para abajo se podrían contar con los dedos de una mano.
Esto es un problema que tiene como consecuencia el abandono de muchas explotaciones enteras o por partes, según las energías que tenga el titular. Pero es que a las puertas de la última revolución agraria, todo lo que avanzamos mediante la ciencia y con la ayuda de las Universidades ya no se lo podemos explicar a éstos agricultores cargados de experiencia y sus hijos o hijas, difícilmente quieren continuar con el cultivo de las tierras.
En otras épocas, hace cincuenta años, los agricultores, como los que ahora estan al frente de sus tierras, les daban estudios universitarios a sus hijos y muy pocos de ellos volvían a la tierra a seguir con la explotación agraria o ganadera. Ese talento surgido del campo, se ha dedicado a fortalecer otras economías que no la agraria.
Ahora necesitamos que el TALENTO llegue otra vez al campo a tirar del carro y con todas las nuevas normas se siga llevando a los mercados los mejores productos, los más sanos, los más saludables, los más sabrosos y además los más rentables de manera que las familias puedan quedarse en la zona rural revitalizando las producciones, los pueblos, la cultura y la vida en el campo.
Por un Mundo Rural Vivo.