OPINIÓN

Qué tiempos aquellos en los que sólo había uno por pueblo


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Daniel Rubio
29 de marzo de 2024 - 09:17

En todo pueblo distinguido siempre hay un insigne “tonto” que simboliza la idiotez e ignorancia del resto de todos los “genios” del pueblo. En Elche hemos sabido conservar el alma de pueblo que nos significa y nos hace mejores, pese a ser una gran ciudad. La suma de la ecuación por crecimiento poblacional es clara y tocamos a más de uno. Esto sería anecdótico, si no hubieran Partidos Políticos que los usarán como alma arrojadiza al rival. Que hay que paralizar algo, allí aparecen como firmes defensores y expertos en la materia. Populismo y algún apoyo por cuestiones emocionales.

Yo viví, no hace mucho, como en un modélico Proyecto en toda España, como es el de la Renovación Urbana de San Antón, con una aceptación del 99,99% de los propietarios y una cola infinita de gente de fuera queriendo ser un beneficiario. Aparecía el de turno, para liar y malmeter entre algún propietario que le cuesta entender que no puede quedarse solo en un edificio de 80 viviendas. La estrategia siempre es la misma, crear grupo de Facebook, juntarse no mas de 3, los de siempre y a lograr que le escuchen y le hagan una foto. Intentado destruir por un minuto de gloria, lo que su mente dice que no puede ser.

Esta semana ha venido marcada, por la conclusión de la protección a un muerto urbanístico llamado Mercado Central. Hecho necesario para que se pueda iniciar la rehabilitación de la “joya arquitectónica» y terminar de una vez por todas con la imagen tercermundista, que sufrimos cada día, en el kilómetro cero de la ciudad, en su corazón. La protección del mercado central es un error enorme. Imperdonable como ciudad que lo hayamos permitido. Que encadena una suma de decisiones erróneas que han dejado sin salida al actual gobierno local.  Estoy convencido que este no sería su proyecto si los de “ahora” en “Salvem los gorrillas” con “Riegos” y “Progreso», no hubieran encendido la llama para que un partido político hubieran podido atacar y fastidiar al su rival. No voy a excluir a funcionarios a la altura de unos y otros.

Lo confieso. No me gusta el nuevo proyecto. Nace con carencias que le limitarán el poder convertirse en el motor que necesita el centro de la ciudad. Pero pone fin al inmovilismo, falso consenso y pensar que los problemas se resolverán solos.
Una vez que es obligado conservar este adefesio, con el valor arquitectónico de una nave de calzado del Polígono de Carrus en ruina, pero cualquier cosa mejora lo que hay y las alternativas eran escasas. Por lo que pensamos que se hace lo que lo que se debe hacer.

Pero algunos otros “burros del pueblo”, tendremos el derecho de exponer a quien quiera perder su tiempo en escucharnos, que Elche sigue siendo un pueblo grande, con sus “pequeñas” tragedias y sus grandes absurdos, donde el insigne “tonto” y el desafío político histórico en el Mercado Central, se entrelazan en una trágica comedia ilicitana. Que afortunados éramos cuando había boina y uno por pueblo.