¡ Y son y son , cuando se emborrachan y cuando no!


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Daniel Rubio
23 de junio de 2024 - 12:53

La semana viene marcada por el acuerdo alcanzado por el alcalde de Elche, Pablo Ruz, para la remodelación del barrio de San Antón. Debo confesar que esta noticia me tomó por sorpresa. Durante el último año de legislatura y en campañas, apenas he oído hablar ni a la oposición ni al gobierno sobre este tema. En un contexto económico adverso y una situación política frágil, donde los proyectos y leyes parecen estar más enfocados en mantener al gobierno en el poder que en avanzar en iniciativas de impacto real, este anuncio es un soplo de aire fresco.

Resulta gratificante ver que dos instituciones de signos políticos diferentes apuestan por un proyecto emblemático tanto para Elche como para España. La visita del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, al barrio de San Antón, subrayando la relevancia de este proyecto y situándolo como una referencia en la política de vivienda social en España, es una prueba irrefutable de su importancia.

Me ha agradado ver que Pablo Ruz, por fin, ha dado el protagonismo merecido a este proyecto. Ruz ha reconocido la importancia de esta iniciativa, abanderando un proyecto que tiene el potencial de marcar su legado de manera más profunda que cualquier otra iniciativa que pueda emprender durante su legislatura. Después de la salud, no hay nada más crucial que asegurar una vivienda digna para unos ilicitanos que viven en condiciones precarias.

Es destacable que este proyecto, iniciado económicamente bajo la alcaldía de Mercedes Alonso, continúe recibiendo apoyo y se vea impulsado por el actual equipo de gobierno. En varias ocasiones he dudado, quizás injustamente, de que el gobierno municipal creyera en este proyecto. Sin embargo, las recientes declaraciones demuestran que mis dudas estaban infundadas, y por ello, pido disculpas.

Ahora bien, es momento de que las palabras se conviertan en hechos. El gobierno municipal debe ser valiente y dar un paso más en este proyecto. Actualmente, solo tres propietarios se resisten a salir de cuatro edificios, cada uno con sus propias razones. El gobierno municipal debe ser inflexible y ejecutar la ley para asegurar que este proyecto avance sin obstáculos.

La remodelación urbana de San Antón no es solo una cuestión de dignidad y bienestar para los ciudadanos de San Antón; es una cuestión de justicia social, que no es de derecha ni de izquierdas, sino del que quiera defenderla y sentirse orgulloso de ella.

Esperemos que las acciones sigan a las palabras y que pronto veamos al barrio de San Antón convertirse en el modelo de renovación urbana que todos esperamos. No caben más complejos, no caben más mentiras.

Aprovecho para instar a las nuevas generaciones del barrio a que, si «son y son de San Antón», luchen por su barrio y lo demuestren más allá de un día en las fiestas del barrio, sino cada uno de los 365 días del año. Es el momento de demostrar que el barrio de San Antón significa mucho para miles de ilicitanos, independientemente del reducido censo electoral que hay en el barrio.

Hay dos caminos: demostrar ser del barrio o huir. Si eres de San Antón, lucha con todo lo que tienes, para que nuestro barrio vuelva a ser lo que fue sino mejor, si cuando vas y ves la zona antigua del barrio sientes la tristeza que siento yo, ponte el pañuelo de San Antón y trabaja por él.
¡¡Y son y son de San Antón, y con huevos a montón!!