OPINIÓN

Los agricultores y ganaderos europeos atrapados entre el aumento de costos y la inacción de la UE ante el cambio climático y las crisis globales


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Santiago Pascual
08 de agosto de 2024 - 12:11

Sufriendo incesantes olas de calor, cada vez más severas, los agricultores de las zonas de secano y los de la zona de regadío se ven impotentes ante los cambios que basados en la creciente perversión del Cambio Climático se les están aplicando.

Ninguno de ellos, o bien pocos, tienen vacaciones en el verano.

Muy pocos se pueden permitir ausentarse de las explotaciones, sean ganaderas o agrarias, más allá de unos pocos días, lo que viene siendo un fin de semana o poco más.

La colaboración para que se puedan ausentar se basa en los socios de cooperativas o trabajadores cualificados. Personas responsables que conocen los entresijos de la explotación y pueden hacerse cargo para que la familia agricultora se pueda ausentar durante unos días. Pero hay que decir en voz muy alta que son muy pocos los que se pueden permitir esos días de viaje ya que los rendimientos de las explotaciones ganaderos y agrarias han sufrido recortes en las ultimas campañas por culpa de el aumento desproporcionado de los costes de producción y de todo lo necesario para desarrollar la actividad, sea ganadera o se agraria.

El combustible para la maquinaria, la energía eléctrica, los abonos y tratamientos para preservar los cultivos y sus cosechas. Todo ha experimentado subidas extraordinarias en los costes lo que provoca de manera directa una inexistente ganancia legítima por todo el esfuerzo desarrollado. Todo un año trabajando para que luego los precios de las cosechas en el campo no hayan experimentado ninguna subida de precios y en muchos casos incluso han bajado, llevando la situación de las familias rurales a una situación insostenible.

La invasión de Rusia en el territorio de Ukrania, la revancha israelita sobre la población de Gaza, la posible extensión del conflicto a otros países vecinos en el Oriente  Medio.

Todos estos conflictos repercuten en toda la economía de lospaíses y por tanto la agricultura como sector primario, lo sufre en mayor medida.

Ésta situación tan adversa ha afectado a los agricultores y ganaderos de toda Europa. Hemos asistido a bloqueos de carreteras, bloqueo de transportes de producciones de terceros, y manifestaciones en todos los países.  Fruto de toda esa movilización, la administración Europea han adoptado medidas de apoyo para la agricultura, que si bien no son las peticiones legítimas de los agricultores y ganaderos, si que suponen un beneficio que permite seguir adelante.

Se han rebajado las exigencias ambientales planteadas, no todas, pero si significativas. Se ha adoptado la medida importante de rebaja de la burocratización de la agricultura, es decir, se eliminan una parte de las gestiones exigidas por la Política Agraria. Menos documentos, en muchos casos repetitivos, lo que facilita para el agricultor y ganadero la percepción de las ayudas, tan necesarias como el comer.

Es cierto que estamos en verano y todo lo referente a la administración agraria se ralentiza o se para. Los pocos funcionarios que siguen, solo acusan recibo de cualquier documento y todos a esperar a que llegue septiembre y de golpe, tendremos muchísimas gestiones que realizar.

Éste verano, hemos votado el nuevo Parlamente Europeo. En toda Europa se ha tratado de dar una cierta continuidad a los que gobernaban y se ha repetido el pacto europeo de la derecha, liberales y progresistas, en el que el presidente español ha tenido un papel importante.

Un pacto que a nuestro entender ha tenido como consecuencia el freno en Francia a la Ultraderecha.

La generosidad Europea se ha concretado en el nombramiento del presidente de Hungría, el Sr. Orbán como presidente del Consejo durante los seis meses de turno, teniendo en cuenta que desde el gobierno húngaro se han venido contraviniendo diferentes mandatos para todos los países miembros.

Pero no solo eso, sino que atribuyéndose prerrogativas que no le corresponden, pues no va éste señor y se reúne con los mandatarios de Rusia, China y Corea, y alguno más de los que tienen algún que otro tema abierto con nuestros gobiernos. Claro y se reúne con Milei y con Tramp. Si es que éste señor Orban no tiene freno alguno y no respeta los criterios que desde la Unión Europea se han establecido y todos los gobiernos han aceptado.

La Unión Europea tiene una política exterior, tiene una política agraria, tiene una política de fronteras y un conjunto de políticas más que hacen que la Unión Europea sea cada vez más fuerte y esté más cohesionada, por lo que de alguna manera conseguirán que el gobierno Húngaro se ajuste en sus actitudes y acciones a los mandatos de la propia Unión.

Probablemente sean los partidos que forman el grupo Popular Europeo los que tengan que controlar esas actitudes erráticas y desde luego, lo que han dejado muy claro desde la Unión Europea es que la Ultraderecha no debe alcanzar ningún protagonismo.

No sabemos como seguirá el gobierno del Sr. Milei en Argentina, pero si sabemos lo que ocurrió durante el mandato del Sr. Tramp en Estados Unidos.

Teniendo en cuenta que la agricultura se ve muy influida por las decisiones de otras zonas productivas conviene primero que no existan guerras que vengan a distorsionar los costes de producción al alza; que no existan gobiernos ultra que distorsionen a su favor las normas del comercio internacional y que procuremos todos adaptarnos a las imposiciones del Cambio Climático que de no adaptarnos nos ocasionarían muchos más perjuicios.

Formamos parte de un grupo de países cuyos mercados tenemos abiertos desde nuestra incorporación.

En los últimos años, España ha apoyado decisivamente una reorientación de las políticas europeas para dar respuesta a los grandes desafíos del siglo XXI, defendiendo así una Unión Europea de la Salud capaz de responder de manera eficaz a unas crisis sanitarias transfronterizas, a una transición ecológica justa para una economía sostenible y circular, unas políticas agraria y pesquera responsables con el medio ambiente y ante todo potenciadotas de un medio rural de extraordinaria riqueza cultural y varietal, una política social fuerte que promueva unas condiciones de vida dignas para todos, para todos los sectores productivos, una política de igualdad de género que sirva de referente mundial, una transición digital segura  que no deje a nadie atrás y que en todas las políticas se fomente la innovación, la competitividad y la autonomía estratégica de la UE.

Son muchos los retos a los que tenemos que dar una respuesta positiva y de cara al 2050 tenemos que duplicar nuestras producciones agrarias manteniendo los estándares de exigencias de calidad, que cumpliremos nosotros y que nuestros gobernantes exigirán su cumplimiento a los alimentos que lleguen desde otras zonas emergentes productoras, como Suramérica, África Asia etc.