Todos tenemos claro que este Gobierno se mueve por estrategia. Estrategia para aferrarse al poder un día más y para hacer, como si de una obra de Orwell se tratara, la verdad mentira y la mentira verdad, algo que veremos más claramente con el plan para luchar contra el fango que dicen haber creado entorno a las investigaciones judiciales que se están llevando a cabo sobre unos ciudadanos que a su vez son familia directa del presidente del gobierno.

Estrategias para contentar a sus socios para que sigan apoyándoles (aunque no tanto como les gustaría) en el Congreso o estrategias cuando se acercan las elecciones para seguir tomando el pelo a sus votantes. Una de sus estrategias más actuales es la de intentar hacer creer que el pacto que han alcanzado con ERC para hacer presidente de la generalidad de Cataluña al señor Illa (el del comité de expertos de la pandemia que no existió y que decidía sobre cuándo podíamos o no podíamos salir de casa) es bueno para los españoles.

Según Fedea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, se estima que este concierto que han pactado puede representar un trasvase anual de hasta 13.200 millones de euros desde la caja común del Estado hacia Cataluña. ¿De dónde van a salir estos miles de millones? Pues de los impuestos de todos los españoles, menos de los catalanesclaro, porque ellos mismos recaudarán los impuestos que se generen en su territorio. No son suficientes las 69 veces que han subido los impuestos desde que Pedro Sánchez es presidente del gobierno, sino que amenazan con volver a hacerlo para pagar el poder del señor Illa.

Nosotros, ilicitanos, alicantinos y valencianos, los peores financiados de toda España, pagaremos la fiesta independentista para que puedan seguir abriendo embajadas de una comunidad autónoma en el extranjero. La provincia de Alicante, la provincia 51 de 52 en los Presupuestos Generales del Estado de hace 4 años y la 52 de 52 en los 3 últimos Presupuestos Generales del Estado, pagaremos con nuestros impuestos los servicios que nosotros no tenemos a la comunidad de Cataluña y, ¿por qué? Porque la estrategia de Pedro Sánchez para aferrarse al poder así lo requiere.

Ya vendieron la dignidad y la igualdad de los españoles ante la ley con la infame amnistía. No exigimos más que nadie, pero tampoco menos. Necesitamos una financiación justa para poder desarrollar todo nuestro potencial con inversiones estratégicas como la conexión del aeropuerto o el tercer carril de la autovía A-7 entre Elche y Alicante. Mal jugado, una vez más, por parte de este Gobierno, que solo está a sobrevivir en el cargo un día más. Lo peor de todo, es que los más castigados, seguimos siendo nosotros.