REPORTAJE

El espíritu formativo y organizativo de la Liga FALER 2024


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Daniel Ruiz Perona
17 de noviembre de 2024 - 01:42

La Liga FALER 2024 no es solo una competición, sino un proyecto con un enfoque muy especial. Abraham, su organizador, comparte su experiencia y visión sobre este torneo destinado a que los más pequeños disfruten del deporte, aprendan y se formen en un entorno inclusivo. Con una gestión que prioriza el orden, la flexibilidad y la colaboración, Abraham busca transformar la liga en un referente dentro de Elche y sus alrededores.

Los comienzos de un organizador comprometido
Abraham explicó cómo inició su andadura al frente de la liga: “Hablé con Moisés, el encargado de las instalaciones, y me comentó que debía asumir la organización de la Liga FALER. A partir de ahí, me reuní con quien estaba antes para entender cómo funcionaba y ver cómo podía adaptarla a nuestra visión actual.” Desde el principio, el reto fue claro: mantener la estructura que ya funcionaba, pero añadiendo un sello propio.

Un enfoque centrado en la formación y el disfrute
Para Abraham, la Liga FALER no es únicamente una serie de partidos de fútbol; es un espacio que busca trascender lo deportivo. Su objetivo principal es ofrecer una experiencia integral para los jóvenes participantes, donde el aprendizaje y el disfrute sean la prioridad. “Queremos que los niños y niñas no solo compitan, sino que aprendan valores fundamentales como el respeto, el compañerismo y la superación personal. El fútbol es una herramienta fantástica para inculcar esas enseñanzas y construir un mejor futuro para ellos”, asegura con entusiasmo.

La filosofía detrás de la liga va más allá de los goles y las victorias. Abraham está convencido de que el deporte es un lenguaje universal que puede formar ciudadanos responsables y comprometidos. En este sentido, la Liga FALER se ha convertido en un espacio donde los jugadores no solo perfeccionan sus habilidades deportivas, sino que también se desarrollan como personas.

Además, el organizador ha trabajado para que entrenadores, familias y voluntarios formen parte activa del proyecto. “Es importante que los padres entiendan que aquí buscamos formar personas, no solo futbolistas. Por eso, promovemos charlas, actividades conjuntas y dinámicas que refuercen el sentido de comunidad”, explica Abraham. La idea es crear un entorno donde todos, desde los más pequeños hasta los adultos, se sientan involucrados y motivados a contribuir.

Logros y desafíos en el camino
Desde que asumió la dirección de la liga, Abraham ha enfrentado una serie de desafíos. Uno de los más importantes ha sido garantizar el buen uso de las instalaciones y gestionar los horarios para que cada equipo tenga el espacio y el tiempo necesarios para entrenar y jugar. Además, la diversidad de edades y niveles en los participantes requiere un enfoque organizativo que permita equilibrar la competitividad con la inclusión.

“Al principio, había muchos retos, como coordinar la logística, establecer normas claras y asegurarnos de que todos los equipos sintieran que se les trataba con igualdad y justicia. Pero poco a poco, con esfuerzo y dedicación, hemos logrado que la liga funcione de manera eficiente”, comenta Abraham.

Sin embargo, los desafíos también han traído consigo muchas recompensas. “Ver a los niños disfrutar, a los padres agradecidos y a los equipos creciendo cada semana es la mayor satisfacción. Cuando un jugador se acerca para agradecerme o cuando un entrenador resalta el impacto positivo que estamos teniendo en su equipo, sé que estamos haciendo las cosas bien”, añade con una sonrisa.

Además, la liga ha adoptado medidas innovadoras para mejorar la experiencia de todos los involucrados. Una página web y aplicaciones móviles permiten a los equipos y sus familias estar al tanto de los calendarios, resultados y novedades. Esto no solo facilita la comunicación, sino que también refuerza la transparencia y la confianza en el proyecto.

Un futuro prometedor para la Liga FALER
Abraham tiene claro que este es solo el comienzo de un proyecto con un enorme potencial. Con miras a futuros torneos, está trabajando en nuevas iniciativas que amplíen el impacto positivo de la liga, como pueden ser hablar de la liga en la RRSS de la propia academia que él mismo es participe que recibe el nombre de academysoccer. Entre sus planes destaca la organización de actividades de formación para los entrenadores, con el objetivo de que estos puedan transmitir valores y habilidades a los jugadores de manera más efectiva.

“Queremos que los entrenadores no solo sean guías en el campo, sino también modelos a seguir para los niños. Si ellos están bien preparados, los jugadores tendrán una experiencia mucho más enriquecedora”, señala Abraham.

Otro de sus proyectos es establecer alianzas con otras instituciones deportivas y educativas. Esto incluye la posibilidad de organizar intercambios culturales y deportivos con equipos de otras regiones, lo que permitiría a los participantes ampliar sus horizontes y aprender de diferentes estilos y culturas.

Además, Abraham sueña con convertir la Liga FALER en un referente nacional. “Queremos que esta liga sea un ejemplo de cómo el deporte puede transformar vidas. No se trata solo de resultados en el campo, sino de las lecciones que los niños se llevarán para siempre. Estamos trabajando para que cada temporada sea mejor que la anterior y para que todos los que participen sientan que forman parte de algo grande”, concluye Abraham, visiblemente orgulloso de su labor y con la mirada puesta en un futuro lleno de posibilidades.

Con pasión, esfuerzo y una visión clara, la Liga FALER se ha consolidado como mucho más que un torneo de fútbol; es un proyecto transformador que deja una huella duradera en quienes tienen la oportunidad de vivirlo.

Un cierre con propósito
La Liga FALER no es solo un torneo de fútbol, es un reflejo de lo que puede lograrse cuando las personas trabajan juntas por algo más grande que ellas mismas. Bajo la dirección de Abraham y con el compromiso de todos los involucrados, se ha construido un espacio donde cada jugada importa y cada jugador encuentra su lugar.

Con cada temporada, se refuerza la idea de que el fútbol no es solo un deporte, sino una herramienta para aprender, crecer y conectar. Más allá de los resultados en el marcador, la liga deja algo valioso: experiencias, amistades y aprendizajes que trascienden las líneas de la cancha.

Este es el verdadero legado de la Liga FALER: un recordatorio de que, en el fútbol como en la vida, lo más importante no son los trofeos, sino las historias que construimos juntos.

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