El pasado viernes, la Asociación de Vecinos San Antón Quiere Vivir celebró su primer encuentro con el alcalde de Elche, Pablo Ruz, su equipo de gobierno y el gerente de Pimesa, Antonio Martínez, para presentar formalmente la asociación y exponer las principales preocupaciones de los vecinos del barrio. Con cerca de 500 socios, la organización ha ido consolidándose como una voz representativa de las demandas del barrio, especialmente en un momento crítico para su futuro urbano y social.

Uno de los temas más destacados de la reunión fue la creciente preocupación por la falta de respuesta de la Generalitat Valenciana sobre la firma del Convenio de Renovación Urbana de San Antón, un proceso que los vecinos consideran esencial para mejorar la calidad de vida del barrio. La asociación expresó su inquietud por los deseados avances en la remodelación, pero también sobre la falta de claridad en cuanto a los próximos pasos a seguir, especialmente sobre los derribos de los bloques 11, 12, 13 y 14. Además, se plantearon inquietudes sobre las condiciones de las viviendas actuales, particularmente para las personas con movilidad reducida y aquellos residentes en inmuebles muy deteriorados.

El encuentro también permitió abordar otros temas importantes relacionados con la urbanización de los nuevos edificios, con los vecinos pidiendo mayor celeridad en los procesos de renovación y un mayor nivel de detalle sobre el orden de las intervenciones en los bloques restantes. Otro de los puntos de preocupación fue el aumento de precios en el edificio número 4, lo que ha generado inquietud entre las familias afectadas. Durante la reunión, la asociación sugirió la búsqueda de fórmulas que aseguren la accesibilidad económica para los vecinos.

El alcalde se mostró comprometido con las preocupaciones de los vecinos y manifestó su disposición a trabajar en conjunto con Pimesa para buscar soluciones, aunque la falta de avances concretos en la firma del convenio sigue siendo un obstáculo significativo. La ausencia de pronunciamientos claros por parte de la Generalitat acerca de la continuidad del proyecto ha generado inquietud y desconfianza entre los residentes del barrio, que temen que el proceso de renovación pueda quedar estancado.

A pesar de ello, se acordó continuar con futuras reuniones con Pimesa para profundizar en los temas tratados y avanzar en la planificación de las mejoras necesarias. Además de los asuntos relacionados con la remodelación urbana, se abordaron otros problemas cotidianos como la seguridad ciudadana, el apoyo al comercio local y la mejora de la limpieza y el mantenimiento del barrio.

La Asociación de Vecinos San Antón Quiere Vivir calificó este primer encuentro como un paso positivo para establecer un canal de comunicación directo con el Ayuntamiento y Pimesa, pero también destacó la urgencia de recibir respuestas claras por parte de la Generalitat. La presidenta de la asociación, María Ángeles López, concluyó que “queremos que este sea el inicio de un trabajo conjunto que garantice un futuro mejor para los vecinos de San Antón, pero es crucial que las autoridades tomen decisiones pronto”.