El presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA), Nacho Amirola, ha instado este viernes a las administraciones a “acelerar de forma urgente” la puesta en marcha de la conexión ferroviaria directa con el aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández, una infraestructura largamente reivindicada por el tejido económico de la provincia y cuya ausencia “sigue lastrando el desarrollo” del territorio.

Amirola ha lanzado este mensaje durante su intervención en la asamblea anual de INECA, celebrada en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ), un acto que ha reunido a más de un centenar de empresarios, socios y autoridades, entre ellas el president de la Generalitat, Carlos Mazón, la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marian Cano, y el economista Daniel Lacalle, que ofreció la ponencia central de la jornada bajo el título ‘Economía global, perspectivas para el futuro: retos y oportunidades para Alicante’.

“Barcelona recibe inversiones; Alicante y Valencia, se olvidan”

El presidente de INECA calificó de “frustrante” la situación de la provincia de Alicante respecto a la ejecución de infraestructuras clave por parte del Estado. “Resulta decepcionante comprobar cómo terminales como la de Barcelona reciben importantes inversiones, mientras que los aeropuertos de Alicante-Elche y Valencia vuelven a quedarse fuera del mapa de prioridades del Gobierno”, señaló Amirola.

Recordó además que la red de Cercanías que une Alicante, Elche y Murcia sigue funcionando con trenes diésel, en algunos casos con frecuencias mínimas y tramos de vía única. “Promesas como la electrificación, la duplicación de vías o el aumento de servicios se eternizan sin ejecutarse”, denunció.

En este sentido, Amirola destacó la necesidad de acometer cuanto antes la variante ferroviaria de Torrellano, una actuación esencial para poder establecer paradas en el Parque Empresarial de Elche y en el propio aeropuerto, que en 2023 superó los 15 millones de pasajeros, consolidándose como una infraestructura estratégica no solo para la provincia, sino para toda la Comunidad Valenciana.

También critica el recorte del trasvase Tajo-Segura

En su intervención, Amirola también alertó sobre el impacto que tendrá el recorte del trasvase Tajo-Segura en el regadío alicantino, especialmente en un contexto climático complicado y con los embalses del Segura por debajo del 30% de su capacidad.

“Esta medida responde a intereses políticos más que técnicos, y perjudica gravemente a comarcas como la Vega Baja o el Baix Vinalopó, donde el agua del trasvase es esencial para el sector agrícola”, afirmó.

El presidente de INECA recordó que la provincia de Alicante aporta más de 3.000 millones de euros anuales a las arcas del Estado, pero recibe la inversión más baja por habitante de toda España. “Este agravio es inaceptable. A la falta de infraestructuras se suma ahora la incertidumbre hídrica, lo que compromete seriamente la competitividad de nuestro territorio”, añadió.

Llamamiento a la unidad institucional y crítica al bloqueo presupuestario

Amirola aprovechó la presencia de representantes políticos para reclamar unidad institucional, especialmente entre los doce diputados y cuatro senadores alicantinos en el Congreso y el Senado. “Sería deseable que pudieran ir de la mano, al menos en materias tan sensibles como el agua o las infraestructuras”, apuntó.

También elogió la aprobación de los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2025, en contraste con la situación estatal. “Mientras aquí se aprueban unas cuentas que permiten avanzar, en Madrid seguimos sin Presupuestos Generales del Estado. El agravio inversor se agrava año tras año, y sin presupuestos en 2025 no se puede esperar gran cosa”, lamentó.

Conclusión

La intervención de Nacho Amirola en la asamblea anual de INECA ha servido como termómetro de las principales preocupaciones económicas de la provincia, especialmente en lo que respecta a la falta de inversión estatal en infraestructuras críticas como el tren al aeropuerto, el estado de la red de Cercanías y el recorte del trasvase Tajo-Segura.

Alicante y Elche, motores económicos clave del sureste peninsular, siguen reclamando su lugar en el mapa de prioridades del Gobierno central. Desde el ámbito empresarial, se exige que los compromisos se traduzcan en realidades concretas y no solo en promesas que no se cumplen.