En una semana marcada por la moralidad como protagonista, es imprescindible reflexionar sobre la capacidad que todos tenemos para juzgar los actos de los demás, contrastada con la escasa autocrítica cuando nos vemos afectados personalmente. El caso del ex-concejal José Navarro es un ejemplo claro de la necesidad de asumir responsabilidades y rendir cuentas por nuestras acciones, especialmente cuando ocupamos cargos públicos.
La dimisión de José Navarro era necesaria, tanto para la ciudad como para el gobierno local y principalmente para él y su familia. Su comunicado poco acertado y los hechos reconocidos, lo dejaron en una posición insostenible, y su decisión de renunciar fue la correcta.
Por otro lado, es digno de reconocimiento el comportamiento ejemplar de los medios de comunicación locales en Elche, que han demostrado profesionalidad, rigor y ética en su trabajo. Este caso resalta la calidad de los profesionales que tenemos en nuestra ciudad y la importancia de apoyar el periodismo honesto y responsable.
Sin embargo, al mirar a nivel nacional, nos encontramos con una situación completamente diferente. La creación de una noticia por parte del diario “ El Plural”, con un titular sensacionalista y una fuente no acreditada, es un ejemplo alarmante de la falta de integridad en el periodismo. Actitudes periodísticas como esta, socava la confianza del ciudadano en los medios de comunicación y pone en peligro la credibilidad de toda la profesión periodística. La noticia está basada en las declaraciones de un portavoz autorizado no acreditado y una reunión para tratar un expediente imposible al haber dimitido como cofrade.
Todos los pilares de la noticia quedaron como lo que eran, cuando el presidente del Santísimo Cristo de La Columna, Pepe Pérez, que fue concejal del PSOE en el mandato 2015-2019, declaró “que en ningún caso se va a tratar este asunto en la Junta Directiva de la cofradía que se va a celebrar mañana, dado que ya el edil reclamó su baja la pasada semana”. Lo que demuestra el escaso rigor por parte del medio de comunicación.
Ambos casos, tienen implicaciones éticas significativas en el ámbito del periodismo y la política. La diferencia moral, entre el acto “inconsciente” de José Navarro y el acto premeditado de “El Plural” es evidente. Mientras que la dimisión del ex-concejal destaca la importancia de la responsabilidad y la rendición de cuentas en la función pública, la creación de una noticia con fuentes sin rigor, subraya la necesidad de integridad y ética en el ejercicio del periodismo. Pero para ellos y para los que trabajan poco importa eso, ya han conseguido el objetivo. El político.
Es indignante ver cómo un medio de comunicación puede intentar arruinar la vida de una persona con informaciones sin contrastar y basadas en rumorología . Esta falta de escrúpulos es una muestra de la basura inmoral que a veces encontramos en este país. En el que que debemos seguir luchando por conseguir que no nos roben la capacidad de pensar, por nosotros mismos.