Durante el operativo, los agentes detuvieron un vehículo para verificar su documentación. Al solicitar al conductor su carné de conducir, este presentó un permiso expedido en el Reino Unido. Sin embargo, los agentes notaron varias irregularidades al examinar el documento.
En primer lugar, el carné no presentaba las medidas de seguridad estándar que debería tener. Por ejemplo, no reaccionaba a la luz ultravioleta, la fecha de caducidad estaba impresa con tinta plana en lugar de estar en relieve, y la imagen láser cambiante en la parte inferior izquierda del anverso no respondía a diferentes ángulos de incidencia de la luz.
Estas anomalías levantaron sospechas entre los agentes, quienes procedieron a la detención del individuo por presunta falsedad documental. Ahora, las autoridades están llevando a cabo una investigación más detallada para determinar el alcance de la falsificación y si el individuo ha estado involucrado en actividades delictivas adicionales. El incidente resalta la importancia de los controles de seguridad rutinarios.