La empresa municipal Pimesa ha publicado la clasificación de ofertas para la ejecución del proyecto de rehabilitación integral del Mercado Central y su entorno, un paso clave antes de la adjudicación definitiva en el Consejo de Administración previsto para el 27 de febrero. La actuación, que también incluye la intervención en los restos arqueológicos de los baños árabes y los refugios de la Guerra Civil, busca integrar la urbanización con la red de calles y plazas del centro histórico.
El alcalde, Pablo Ruz, ha destacado la importancia de este momento para la ciudad, asegurando que “hoy es un día clave en el que iniciamos una nueva etapa para la historia del municipio después de casi 20 años”. En el proceso de licitación han participado 11 empresas, y finalmente la UTE formada por Alcudia Servicios y Obras S.L, Involucra S.L y Gestaser Obras y Servicios S.L ha obtenido la mejor puntuación, con 90 puntos sobre 100 en la valoración técnica y económica.
El precio de adjudicación provisional es de 7,3 millones de euros más IVA, lo que eleva el total a 8,8 millones de euros, una cifra que supone una reducción del 22,1% respecto al presupuesto inicial. La adjudicataria dispone ahora de 10 días hábiles para presentar la documentación necesaria antes de la resolución definitiva del contrato. El plazo de ejecución de las obras será de 15 meses desde el inicio de los trabajos.
Ruz ha reconocido la complejidad del proceso administrativo pese al esfuerzo del área de Contratación para agilizar los trámites. Ha explicado que, tras la adjudicación del 27 de febrero, se abrirá un período de 30 días para la firma del contrato y, posteriormente, el comienzo de las obras con la firma del acta de replanteo. “Hoy por fin vemos la luz al final del túnel”, ha afirmado.
La teniente de alcalde y edil de Infancia, Familia y Mayores, Aurora Rodil, ha subrayado que este proyecto representa “la concreción real de un sueño que será realidad muy pronto”. Ha explicado que el objetivo del gobierno municipal es un mercado con “una proyección moderna, como los que se ven en otras ciudades, que se convierta en un atractivo turístico y transforme el centro urbano”.
Un mercado abierto y adaptado al entorno
El proyecto contempla una superficie construida de 1.330 metros cuadrados, de los cuales más de 1.200 corresponderán a la planta baja. La actuación prevé la eliminación del forjado intermedio y la nivelación de la cota del suelo con el espacio público. Además, se repondrá la cubierta manteniendo la volumetría original, respetando las alturas y el lucernario.
En total, la intervención abarcará 3.500 metros cuadrados entre el edificio y la zona exterior. Se ha diseñado un pavimento que contribuirá a la sensación de continuidad entre el interior y el exterior, reforzando la idea de un mercado abierto. Además, se contempla la plantación de árboles e instalación de nueva iluminación.
El nuevo mercado contará con 24 puestos de venta tradicional, cada uno con una superficie de 15 metros cuadrados, además de una zona gastronómica y de restauración en los extremos del edificio. Algunos de estos puestos tendrán acceso directo a las calles adyacentes y permitirán a los comerciantes preparar sus productos para el consumo en el propio recinto.
Por otro lado, el espacio de la Avenida de la Comunidad Valenciana, donde actualmente están ubicados los placeros de manera provisional, recuperará su uso original como jardín y zona de esparcimiento.
El alcalde ha adelantado que, una vez comiencen las obras del mercado, se iniciará el proceso administrativo para la construcción del futuro aparcamiento, además de la búsqueda de alternativas para los comerciantes, cumpliendo así con los compromisos adquiridos en la reunión de junio de 2023.