Las dos infraestructuras que cruzan en su totalidad la ciudad, de norte a sur y de este a oeste, deberían estar llenas de vida y actividad, sin embargo, y de manera sorprendente, son muy pocas las personas que utilizan ambas. Hablo de la ladera del rio Vinalopó a su paso por nuestra ciudad, y de la Avenida de la Libertad. Analicemos la situación actual. En la ladera del río, no hay familias, ni niños, ni personas de avanzada edad, no se ve vida en el rio, cuando en otras ciudades, las laderas de los ríos son sin duda uno de los puntos de encuentro más concurridos por los vecinos. Está claro que ningún gobierno de nuestra ciudad, ha hecho nada por que estas infraestructuras inviten a ser utilizadas.

Para ello, adaptar nuestra ladera del río para que sea utilizada, es clave. No existe un acceso cómodo, no existen las medidas de seguridad necesarias, ni por supuesto existe ninguna actividad ni de hostelería, ni lúdica, ni de ninguna otra índole que invite a bajar a los ilicitanos al río. En la actualidad solamente son las personas que hacen running los que bajan, precisamente porque los accesos no son nada cómodos, y sólo personas con ciertas cualidades físicas pueden hacerlo. Dos grandes ascensores panorámicos que bajen a la ladera, unas cómodas escaleras con barandillas, así como rampas de acceso para poder bajar artículos que precisen las actividades de la ladera, son los elementos básicos para que la accesibilidad, no sea uno de los motivos por los cuales los ilicitanos no bajen al río.

No existir ningún quiosco, cafetería, actividades lúdicas u otras iniciativas públicas y/o privadas que ofrezcan hacer cosas en la ladera, son otro de los motivos por los cuales los ilicitanos no bajamos al río. Me encantaría pasar andando por uno de los puentes de nuestra ciudad, mirar hacia abajo, y ver a gente disfrutando de nuestra ladera del río, participando en actividades o simplemente sentadas en una terraza tomando un refresco. ¿Para cuándo el gobierno local se planteará poner en marcha una licitación, para que empresas especializadas presenten ideas y proyectos con el objetivo de convertir la ladera del río, en el entorno urbanístico adecuado y con actividades suficientes para que los ilicitanos bajemos a nuestro rio?

Algo similar sucede con la Avenida de la Libertad, ninguna actividad en la misma, y, por lo tanto, ningún motivo para que sea utilizada por los ilicitanos. Es muy triste que una avenida de tales dimensiones tanto de largo como de ancho, y, por consiguiente, con tantas posibilidades, esté tan abandonada por nuestros gestores. La imagen que ofrece esta infraestructura no es acorde a la importancia de esta avenida, que literalmente cruza toda nuestra ciudad. No solamente está envejecida, si no que al igual que sucede con nuestra ladera del río, no hay elementos que inviten a que sea utilizada por los ilicitanos. Entristece ver que este magnífico espacio, sea utilizado únicamente por algunas personas que pasean a su perro, y que nuestra gran Avenida de la Libertad, sea el lugar donde las mascotas hagan sus necesidades.

Dos grandes espacios que deberían estar llenos de vida, y que los ilicitanos no utilizamos y no los disfrutamos, porque no existe el entorno adecuado y las actividades suficientes para ello. Pienso que uno de los objetivos de cualquier gobierno local, debería ser intentar que los vecinos salgan a la calle para disfrutar de su ciudad, de sus instalaciones, de su comercio, de sus espacios públicos, de sus actividades en la vía pública, de sus plazas, museos o cualquier otra oferta pública / privada. Es un trabajo del consistorio, que debe poner los ingredientes adecuados para que esto suceda. ¿Para cuándo bajar al río y dar un paseo por la Avenida de la Libertad?