Los arrestados formaban parte de una organización criminal que se dedicaba al robo en viviendas, con el objetivo de sustraer joyas, vehículos y otros objetos de alto valor en el mercado ilícito.

La investigación se inició cuando la Policía Nacional identificó a dos sospechosos involucrados en al menos seis hechos delictivos. Se trataba de dos hombres de origen búlgaro, quienes se sospechaba formaban parte de una organización criminal especializada en robos en viviendas. Con esta información, la Policía Nacional destinó un gran número de recursos para seguir la pista de estos sospechosos.

Las primeras investigaciones revelaron la identidad de estos dos delincuentes, así como la de un tercer individuo vinculado a la organización. Durante un control operativo de seguridad ciudadana, los agentes detuvieron a uno de los sospechosos mientras conducía un vehículo robado, utilizando las llaves sustraídas en una vivienda. Esta detención permitió vincular definitivamente al tercer sospechoso con la organización.

Las pesquisas continuaron, y la Policía Nacional identificó a dos personas más como miembros del grupo criminal. Tras determinar su lugar de residencia y que regentaban un local hostelero, se organizó un dispositivo para detener a los primeros tres sospechosos justo después de que cometieran un robo en Elche. Durante la detención, se les encontró en posesión de una gran cantidad de joyas, herramientas, 3.020 euros en efectivo, ropa, guantes y llaves de vehículos.

En uno de los vehículos utilizados por los detenidos, los agentes localizaron una caleta, un compartimento oculto preparado para esconder objetos. Dentro de este escondite, encontraron herramientas especializadas para forzar cerraduras, como ganzúas, llaves maestras y “magic keys”, que permitían a los delincuentes entrar en las viviendas sin ser detectados.

Finalmente, los últimos dos integrantes de la organización fueron detenidos en Denia, cerca del local hostelero que regentaban. Durante los registros domiciliarios y del local, se incautaron más herramientas, teléfonos móviles, relojes, máquinas para fabricar llaves, varias copias de llaves de coches, joyas y complementos de moda, todos ellos vinculados a robos en viviendas.

La investigación reveló que se trataba de un grupo criminal bien organizado, compuesto por cinco personas con un claro reparto de funciones. El grupo tenía una gran capacidad de movilidad geográfica, actuando en toda la Comunidad Valenciana, con especial atención a zonas turísticas habitadas por extranjeros.

Se han confirmado robos en Elche, Alzira, Gandía, Castellón y Valencia, con un enfoque en viviendas de alto valor. Los detenidos, cuatro hombres y una mujer, de entre 44 y 53 años, todos de origen búlgaro, tenían antecedentes por delitos similares. Tres de ellos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Elche, y los otros dos, al Juzgado de Instrucción de Guardia de Denia. La investigación continúa abierta, y no se descartan más detenciones.