El anuncio reciente de que Pedro Sánchez está considerando la posibilidad de dimitir como presidente del gobierno, simplemente confirma lo que muchos españoles ya sospechaban; la política en España se ha convertido en un verdadero circo, donde los políticos nos tratan como si fuéramos imbéciles, y lamentablemente, hacen justicia con nosotros. La idea de que Sánchez renuncie parece casi cómica, dada su trayectoria de evasión de responsabilidades y su habilidad para sobrevivir a cualquier precio. Con el añadido de todos los puestos laborales en juego, resulta imposible dejar caer al Sanchismo. Para que lo entiendan, hay más opciones de que Pablo Ruz se presente por Bildu.

La presunta participación de su esposa en el rescate millonario de Air Europa es solo otro capítulo en una serie interminable de escándalos que parecen no tener consecuencias reales para aquellos que están en el poder. Desafortunadamente, los poderosos rara vez enfrentan las mismas consecuencias que el ciudadano común. De derechas o de izquierdas. Quedará en nada. Pero éticamente es un auténtico escándalo. No hay dudas de que Sánchez saldrá el lunes con un discurso elaborado, presentándose como un mártir que se sacrifica por la democracia y lucha contra la supuesta «ultraderecha». Las masas serán manipuladas y él será venerado como un líder, demostrando una vez más lo fácil que es para los políticos engañar al público y salir impunes.

Recientemente, el PSOE de Elche planteó una pregunta importante en el “caso Navarro”: ¿qué estaría diciendo el PP si hubiera sido un concejal del PSOE quien estuviera involucrado? Esta pregunta nos hace reflexionar sobre la hipocresía de la política partidista. Pero también deberíamos hacerles la misma pregunta a ellos: ¿qué dirían si la esposa de Feijoo hubiera obtenido un trabajo por estar casada con el presidente y estuviera involucrada en avalar y conseguir fondos para empresas y de esta manera conseguir rescates millonarios? Probablemente nuestra pregunta caerá en el olvido. Mientras, las masas Sanchistas se levantarán estos días a apoyar a su líder, con el único argumento de que lleva su camiseta y seguiremos llevando a la deriva este país de “progresistas” y “disidentes-fachas”. No pretendo que nadie piense cómo lo hago yo. Con que solo piensen por sí mismos, ya será un triunfo para todos. 

El lunes nos sentaremos a ver al indefenso presidente convertido en El Cid del progresismo. Éste es el país que tenemos; un país en el que Franco no se puede valorar como un criminal y un dictador por ser un personaje histórico, y ETA no fue una organización terrorista. Muchas gracias a todos.