OPINIÓN

El pacto de la Cruz


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Daniel Rubio
09 de febrero de 2024 - 10:05

La semana en Elche ha estado marcada en el panorama político por un cruce de acusaciones entre el PSOE y el PP en relación a la falta de inversión de la Diputación en Elche. Este conflicto ha puesto de manifiesto las tensiones y discrepancias entre ambas formaciones. Duro papel tuvo que asumir, Juan de Dios Navarro, concejal del Ayuntamiento de Elche, y diputado Provincial, al defender como un éxito el compromiso de inclusión de una partida de 320.000 euros destinada a la redacción del anteproyecto, vía remanente de tesorería tras la liquidación del presupuesto de 2023, para la construcción del futuro Palacio de Congresos de Elche. Aún estamos con esas y sin palos en las ruedas.

La pregunta que surge con cada nueva Corporación, cuando deben exigir a las distintas administraciones gobernadas por su mismo partido lo que merece y necesita Elche, es qué está primero, el Partido o la Ciudad. La figura del alcalde Pablo Ruz, se erige como un ejemplo de dedicación y compromiso con la ciudad. Nadie puede cuestionar eso. Su incansable ritmo de trabajo, logrando en muy pocos meses importantes cambios en patrimonio cultural y en el embellecimiento de la ciudad, se ha convertido en algo que cada vez cuesta más seguir a muchos de sus gregarios.

Además, el alcalde Ruz ha destacado por su defensa en la conservación del Palmeral y su impulso a iniciativas destinadas a preservar la riqueza histórica y ambiental de la ciudad. Tiene la suerte o la habilidad de que su socio, VOX, desde la firma del ‘Pacto de la Cruz’ asume su liderazgo y no crea problemas. Pero uno de sus puntos débiles puede ser la falta de batalla y capacidad reivindicatoria frente a las administraciones gobernadas por su Partido. Cuando Pablo Ruz, fue proclamado candidato a la alcaldía por primera vez, tomamos un café, donde intentó convencerme de mi vuelta a la política y me dijo que el partido es el instrumento para defender Elche, pero que Elche siempre estaría por delante.

Hace unas semanas manifestó que, para suprimir la Cruz del Paseo de Germanías, “antes tendrán que derribarme a mí”. Muchos ciudadanos, esperamos que, al menos con la misma fuerza, defienda los intereses de la ciudad frente a las distintas administraciones. No hay más camino que ese. El ciudadano eso no lo perdona. En caso contrario, su gobierno, por mucho que trabaje su alcalde y aunque mantenga el apoyo de su socio VOX, podrían rebautizarlo añadiendo el apellido ‘de los Caídos’.