HISTORIA

El primer reglamento de la Guardia Municipal de Elche

El 17 de febrero de 1870 se aprobó el primer reglamento que ordenaba el funcionamiento del cuerpo policial local, sentando las bases del servicio a la ciudadanía y la seguridad pública
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Iván Hurtado
15 de febrero de 2025 - 01:49

Hace más de un siglo y medio, la Policía Local dio un paso clave en su desarrollo con la aprobación del primer Reglamento para la Guardia Municipal. Fue el 17 de febrero de 1870 cuando, bajo la alcaldía de Pascual Llopis, se estableció este documento normativo con el objetivo de organizar la labor de los agentes en una época de constantes cambios políticos y sociales.

El reglamento, dividido en tres capítulos y treinta y seis artículos, definía con precisión las funciones de los guardias, destacando su papel en el mantenimiento de la tranquilidad pública, la protección de los ciudadanos y la detención de delincuentes. A diferencia de otros cuerpos policiales, la Guardia Municipal ejercía de manera plena su labor de seguridad sin ser un mero apoyo de otras fuerzas.

Las condiciones de servicio de los agentes eran especialmente duras, con jornadas sin descanso ni vacaciones, predominando los turnos nocturnos y aquellas tareas que el alcalde ordenara. Además, el reglamento incluía un código de conducta que exigía a los guardias actuar con respeto y cortesía en todo momento, principios que han perdurado con el tiempo.

El cuerpo inicial estaba compuesto por un oficial y nueve guardias, cuyos requisitos de ingreso no eran especialmente exigentes: el oficial debía saber leer y escribir, mientras que los guardias solo debían carecer de antecedentes y ser leales a las instituciones vigentes. En cuanto al equipamiento, el armamento y la uniformidad eran financiados por el ayuntamiento, lo que favorecía el acceso de personas con menos recursos.

El reglamento también establecía un sistema de control riguroso por parte del oficial, quien debía informar diariamente al alcalde sobre delitos y faltas ocurridos en la localidad, además de supervisar la disciplina y el cumplimiento de funciones de los agentes. Sin embargo, no se reconocía a los guardias como funcionarios, lo que generaba inestabilidad en sus empleos y salarios, ya que cada cambio de gobierno podía afectar directamente su continuidad en el cargo.

A lo largo de los años, la Guardia Municipal ha evolucionado en estructura y denominación, pero su función principal se ha mantenido inalterable: velar por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Aquel reglamento de 1870 marcó el inicio de una historia de compromiso y servicio que sigue vigente en la actualidad.

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