En Elche, el Roscón de Reyes no es solo un postre; es un símbolo que representa tradición, cultura y la calidez de las reuniones familiares que cierran las celebraciones navideñas. Elaborado con esmero por los maestros reposteros locales, este icónico dulce es una pieza central de las fiestas, adaptándose cada año a los nuevos tiempos y gustos para llegar a todos los hogares.
Este año, los panaderos y pasteleros de la ciudad han ampliado su oferta con opciones veganas, sin gluten y sin lactosa, asegurándose de que ningún ilicitano se quede sin disfrutar de este manjar. Desde el clásico roscón con frutas confitadas hasta innovadoras versiones con rellenos de trufa o crema, hay una variedad para cada paladar, manteniendo la esencia de una tradición que combina historia y creatividad.
Una tradición con raíces antiguas
Aunque hoy es una parte esencial de la Navidad española, el origen del Roscón de Reyes se remonta a las Saturnales de la Antigua Roma, unas fiestas en honor a Saturno, donde se elaboraban tortas redondas con miel y frutos secos. Más tarde, esta costumbre fue adaptada por la Iglesia Católica para conmemorar la Epifanía y la llegada de los Reyes Magos a Belén.
Con el paso del tiempo, el roscón adquirió elementos distintivos, como las frutas confitadas, que simbolizan las joyas de las coronas de Melchor, Gaspar y Baltasar, y las sorpresas en su interior: una figurita de rey y un haba seca. Según la tradición, quien encuentra la figura será coronado como “rey” de la celebración, mientras que quien encuentra el haba deberá pagar el roscón el próximo año.
El roscón en la mesa ilicitana
Elche celebra esta tradición con un fervor especial. Familias enteras se reúnen el 6 de enero para compartir el roscón, acompañado de chocolate caliente o café, en una jornada donde la alegría de los niños y la magia de los Reyes Magos marcan el tono festivo.
Este año, los obradores locales invitan a los ilicitanos y visitantes a disfrutar de un roscón que combina lo mejor de la tradición con toques de modernidad. Además, se han organizado actividades y talleres en algunos establecimientos para enseñar a los más pequeños a elaborar su propio roscón, reforzando la conexión intergeneracional que esta tradición fomenta.
Un dulce que une generaciones
El Roscón de Reyes no es solo un símbolo de la Navidad; es una celebración de la historia, la unión familiar y la cultura local. En cada bocado, los ilicitanos encuentran no solo el sabor de un postre delicioso, sino también el esfuerzo y la dedicación de los reposteros locales, que cada año innovan para mantener viva una tradición que sigue siendo un pilar de la identidad cultural de Elche.
Así, en Elche, el cierre de las festividades navideñas no sería lo mismo sin el Roscón de Reyes, un dulce que, más allá de su sabor, endulza los corazones y reúne a las familias para celebrar el legado de una tradición que perdura con el paso del tiempo.