FESTIVO

Elche celebra el Día de la Mona con tradición, campo y sabor a Pascua

Miles de ilicitanos se preparan para disfrutar de una jornada de naturaleza, gastronomía y convivencia en honor a San Vicente.
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Iván Hurtado
28 de abril de 2025 - 02:49

La ciudad de Elche vuelve a volcarse este lunes con una de sus tradiciones más queridas: el segundo Día de la Mona. Una jornada marcada por la convivencia, la gastronomía típica y el contacto con la naturaleza, en la que pequeños y mayores rinden homenaje, de forma festiva, a San Vicente Ferrer, figura que sigue muy viva en el recuerdo colectivo de los ilicitanos.

La conexión de Elche con San Vicente se remonta siglos atrás, cuando el dominico valenciano predicó en la plaza del Ayuntamiento, dejando una fuerte impresión en la ciudad. Como testigos mudos de aquel momento histórico, aún hoy se conservan una antigua columna y una placa conmemorativa en la fachada del edificio consistorial, en pleno corazón de la ciudad.

La tradición de San Vicente se percibe también en otros rincones de Elche. En pedanías como Perleta y Maitino, su festividad se celebra cada año con actos religiosos y populares. En el barrio de Altabix, una parroquia lleva su nombre y sigue reuniendo a vecinos y fieles. Además, muchos ilicitanos conservan el nombre de Vicente o Vicenta, como prueba de la profunda admiración hacia el santo.

Pero si hay una fecha marcada en rojo en el calendario ilicitano, es el segundo lunes de Pascua. El Día de la Mona es mucho más que una tradición: es una auténtica fiesta popular que transforma parques, playas y campos en improvisados campamentos de familias y amigos que se reúnen para compartir comida, juegos y risas.

La estrella indiscutible de esta jornada es, como no podía ser de otra manera, la mona de Pascua: un bollo dulce coronado con un huevo duro, cuya forma peculiar, según la leyenda, se asocia con la calva de Fray Vicente Ferrer. Más allá de la anécdota, la mona es un símbolo de alegría, reencuentro y celebración.

En las mochilas de los ilicitanos no faltan los clásicos bocadillos de magra con tomate, tortillas de patatas, coca salada, alcachofas, habas tiernas, fogasetas y, por supuesto, las monas recién horneadas. Todo un festín gastronómico que se disfruta al aire libre, acompañado del buen tiempo que, este año, tras días de lluvias y cielos encapotados, promete regalar una jornada soleada y perfecta para salir.

Elche afronta este Día de la Mona con entusiasmo renovado, demostrando que hay tradiciones que no solo se mantienen vivas, sino que cada año suman nuevas generaciones dispuestas a seguir disfrutándolas como parte esencial de su identidad.

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