El concejal de Aguas, Juan de Dios Navarro, destacó que el plan se estructura en dos ejes principales. El primero incluye la construcción de un tanque de tormenta en el barrio de Altabix-Universidad, con capacidad para 8.500 metros cúbicos, diseñado para reducir el impacto de las lluvias en el barranco de San Antón, una de las áreas más vulnerables a inundaciones. Este tanque será el primero ubicado en el casco urbano de Elche, complementando las infraestructuras existentes en el Parque Empresarial y el proyectado para Arenales del Sol, que tendrá capacidad de 1.000 metros cúbicos.
El segundo eje se centra en la implementación de un sistema avanzado de monitorización y gestión en tiempo real del caudal de los barrancos. Este sistema permitirá a CECOPAL integrar datos meteorológicos y de flujo en cauces para optimizar la respuesta ante episodios de lluvias intensas. La iniciativa incluye la instalación de cámaras de videovigilancia, sondas multiparamétricas, registradores de datos y limnímetros, junto con un sistema de apoyo a la toma de decisiones en tiempo real.
María José Toledo, directora de Aigües d’Elx, explicó que este nuevo plan sustituye al de 2012, destacando que las lecciones aprendidas tras la DANA en Valencia han demostrado la necesidad de un enfoque más integral para garantizar la seguridad hídrica.
Además, Navarro anunció que Aigües d’Elx trabaja en un anteproyecto para llevar agua potable a más de 2.500 vecinos de las pedanías de Matola-Algoda, Llano de San José y Puçol. Esta iniciativa busca resolver una histórica demanda de los habitantes del Camp d’Elx, garantizando un suministro de agua continuo y de calidad.
Finalmente, el presupuesto de 2025 incluirá fondos para la renovación de las redes de agua potable y saneamiento. Entre las actuaciones previstas, destacan la modernización de las conducciones de fibrocemento y la ampliación de diámetros para adaptarse al crecimiento urbano en algunos barrios de la ciudad.