La Plaza de Baix ha sido el escenario de un emotivo acto con motivo del Día Internacional de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica, celebrado el pasado 12 de mayo. El evento, organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Elche y la Asociación Ilicitana de Fibromialgia, incluyó la lectura de un manifiesto por parte de la presidenta de la asociación, María Gonell, y la vicepresidenta, Aurora García.

En su intervención, Gonell y García subrayaron la urgente necesidad de “un sistema público sanitario y social equitativo, accesible, igualitario y garantista en la atención a estas enfermedades y en justas prestaciones cuando una posible discapacidad lo precise”. Además, destacaron la importancia de mejorar la formación universitaria en dolor y fatiga crónicos, así como la formación continuada para los profesionales que tratan a estos pacientes. También hicieron hincapié en la necesidad de valorizar la investigación para avanzar en diagnósticos técnicos, preventivos y comunitarios, lo que permitiría desarrollar mejores tratamientos.

Las representantes de la asociación también instaron al reconocimiento de sus entidades como Activos de Salud y colaboradores necesarios en los consensos para guías de atención profesional y en acciones de promoción de hábitos y actividades de vida saludable. Agradecieron el apoyo de las asociaciones y entidades que trabajan por su causa, de las familias de los afectados y de los profesionales que centran su atención en los pacientes.

El acto contó con la presencia de María Bonmatí, edil de Discapacidad; Aurora Rodil, edil de Infancia, Familia y Mayores; y Loli Serna, edil de Participación. Bonmatí, quien moderó el evento, destacó la labor de la Asociación Ilicitana de Fibromialgia en el municipio, afirmando: “Nuestro compromiso es seguir dándoos aliento y fuerza para que como asociación y entidad sigáis trabajando en vuestra lucha diaria”.

La fibromialgia es una enfermedad crónica que provoca dolor generalizado, fatiga y otros síntomas, afectando predominantemente a mujeres. Aunque no tiene cura, existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas, mejorando la calidad de vida de quienes la padecen.