En el pleno pasado, pudimos presenciar intervenciones que, en mi opinión, rozaron el esperpento. Ya la semana pasada, traté en mi columna el asunto de las pegatinas homófobas dirigidas a Pablo Ruz.

Esta semana quiero tratar una moción de Vox y que contó con el apoyo “incomprensible” del PP que, más allá de su contenido, evidencia el mal uso de los partidos políticos locales como peones en la guerra de la política nacional.

Elche pretende situarse como un referente turístico y, sin embargo, en el pleno se defiende la idea de que Elche es una ciudad insegura, faltó compararla con Tijuana y responsabilizando de ello a los inmigrantes en situación irregular en España. Para mí, estas dos posiciones son completamente absurdas. Quien vive en Elche sabe perfectamente que vivimos en una ciudad tranquila y, si no fuera así, el equipo de gobierno sería uno de los principales responsables. Es un error defender que la inmigración, ya sea regular o irregular, está vinculada directamente con la delincuencia.
Existen problemas pero son cuestiones que deben resolverse en España y en Europa.

Si yo fuera turista y leyera o escuchara las noticias en las que un miembro del gobierno habla sobre la inseguridad en las calles de Elche como consecuencia de la inmigración, o leyera sobre el desastroso servicio de taxi que tenemos sinceramente, me quedarían pocas ganas de venir a Elche.

Elche siempre se ha caracterizado y se ha hecho grande por ser una ciudad de acogida. Los inmigrantes, mayoritariamente en los años 60 procedentes de otras poblaciones españolas, han ayudado a hacer grande y construir la magnífica ciudad en la que nos encontramos. Pongamos en valor nuestros referentes y nuestro principal potencial: los ciudadanos de Elche. Somos buena gente y vivimos en una ciudad acogedora con un índice de criminalidad bajísimo.

Centrémonos en las cosas y en los problemas de Elche. Y si hay problemas puntuales en algún colectivo, pongamos soluciones. Los problemas reales de los ciudadanos de Elche, ya sean regulares o irregulares, deben ser abordados localmente; no necesitamos buscar ejemplos en Toledo ni en Perú.

Además, que nos dejen de querer dividir. Vemos tiempos en que los polos opuestos solo sobreviven creando división entre los seres humanos: extranjeros con nacionales, con papeles y sin papeles. Dejen los “corta y pega” de mociones nacionales y céntrese en Elche.

Por favor, no utilicemos el nombre de Elche para guerras de políticas nacionales. En lugar de ello, enfoquémonos en construir una ciudad que refleje nuestros valores activos y diversidad, promoviendo un ambiente que haga de nuestra ciudad un Oasis del Mediterráneo. Un Oasis fuera de la mierda del odio.