OPINIÓN

Entre apocalípticos y sobreactuados


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Federico Buyolo
09 de julio de 2024 - 14:51

Acabamos de cumplir un año desde que la nueva corporaciòn municipal tomara posesión de sus cargos. Normalemente en este primer año de legislatura suele ser el de los grandes proyectos de transformación de la ciudad, el de los nervios de los nuevos dirigentes que tienen que hacerse con su nueva dedicación publica y en el que los partidos de la oposición busca fijar su manera de afrontar eso, la oposición.

Ha sido un año de no proyectos estratégicos, de cambios permanentes en el equipo de gobierno (no voy a entrar en los detalles que ustedes ya conocen) y una oposición que no termina de encontrar el tono para dejar de ser el pepito grillo para convertirse en algo útil a la ciudadanía.

Es dificil, en estos momentos que lo mediático lo ocupa todo y que la sorpresa o el giro de guión se hace cada vez más imprescindible, atraer la atención de unos ciudadanos imbuidos en sus cosas y hartos de estar hartos de tanto espectaculo circense en el que se ha convertido la política nacional, autonómica y local.
Entre sobreactuaciones en el pleno, pantallas para denunciar sin pisar la calle, críticas a lo que hariamos también, los cascos de obra que tan mal nos sientan a todos pero que son muy mediaticos en las fotos, el outfit de moda para parecer más chic, la sonrisa Profident y el adanismo de que ahora todo funciona, ¡menos mal que llegamos nosotros! No piensen que reniego de la política, todo lo contrario, abogo por más política de verdad y menos políticos con ganas de ejercer de actores de reparto.

Añoro una política aburrida, sí, como suena, una política tan aburrida que solo se dedique a eso: gobernar el espacio común. Los ciudadanos no queremos saber la opinión de los políticos, queremos saber que van a hacer, cuales son sus propuestas y como van a llevarlas a cabo. Defiendo una democracia representativa, pero más aun, una democracia expansiva que garantice el estado social y de derecho que nos dimos como sistema.

Queremos poíticos ni apocalípticos (el caos lo vivimos día a día) ni sobreactuados (para eso ya vamos al cine), simplemente personas que con su prestigio, su ejemplo y su influencia hagan de nuestra ciudad un espacio de convivencia. Por cierto, eso es lo que hacen muchas gentes de Elche en el ámbito empresarial, económico, social y cultural. Gentes que son/somos herederas de aquellos hombres y mujeres que aportaron su experiencia y su generosidad para hacer de Elche una ciudad de vanguardia.