OPINIÓN

Entre churras y merinas, la feria del libro de Elche

21 de abril de 2024 - 00:18
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No, sin hacer mucho ruido, tocar muchas puertas, luchar batallitas que parecían estar perdidas y, gracias a entidades privadas, que no públicas, y a la ilusión y el trabajo no remunerado de muchos autores ilicitanos a los que poco a poco se fueran uniendo otros de localidades vecinas. En Elche, por fin, y después de muchísimo tiempo, se logró volver a tener una feria del libro. Una feria muy limitada en el tiempo pero que está viva, que moviliza a mucha gente, que invita a pasear, a tomar las calles, a llenar el centro de color. No ha sido un camino fácil pese a lo sencillo que es todo, si se quiere, y es un camino del que hoy se aprovechan muchos que en realidad jamás han hecho nada, ni por ELCHE, ni por la CULTURA, y es por ello el que me sorprenda como lo hace que desde el Ayuntamiento se haya invertido una importante cantidad en esta feria para, por ejemplo, traer a autores de fuera (eso no me molesta), olvidando a los de aquí, independientemente de que pertenezcan o no, a alguna asociación, y de hacerlo, sea esta cual fuere.

Llevo fuera y por completo desvinculado de la asociación “escritores en su tinta” antes “escritores ilicitanos”, mucho, mucho tiempo, pero si me permiten, les voy a contar algo. Esta es una asociación cultural sin ánimo de lucro cuya principal lucha, desde que se formara, fue en dirección a que en Elche hubiera una feria del libro, en acercar el autor a sus lectores, y todo, eran pegas, cuando no era por fechas, era por sitio, o porque, según se nos llegó a decir, alguna librería no terminaba de “verlo”. Consultamos a varios libreros ya que los autores de Elche siempre han estado cerca de ellos, y si en verdad fueron sinceros, ni uno veía mal aquella idea, pero nada, no hubo forma, y fue desde la dirección del Centro Comercial L´ALjub, sin ningún interés económico por su parte, algo que agradeceré y agradezco mucho, el ceder a esta asociación su espacio para que la gente pudiera conocer, por lo menos, a autores locales, sus trabajos, sus ideas e inquietudes. Aquella feria de autores, según se comentó en su día, fue la primera de ese tipo a nivel nacional. Y tuvieron mucho éxito porque somos un pueblo suertudo en el que se lee mucho. Y, de aquellas ferias casi que, de amigos, y sin dejar de tocar puertas y aportar ideas, hasta llegar, ya en 2016, a la feria que Elche tiene hoy, y que, pese a agradecer su promoción por todas las partes que hoy la promocionan, y a todo el público que la visita, debo de reconocer que me decepciona bastante el que se de tan de lado a la asociación que, de mano del gran Manuel Vicente Segarra Berenguer entre otros, tanto han luchado por ella.

La explicación de la concejala correspondiente tras invitar a la asociación indicada a cambiar el chip, es que dicha feria sale de la concejalía de comercio, y la asociación, que desde la primera feria y hasta la anterior, siempre ha estado ahí, incluso cuando el presupuesto era de cero euros y eran ellos, junto a libreros de Elche casi que los que montaban todo, es cultural y sin ánimo de lucro, con lo que… Pero bueno, no todo iba a ser malo, al final y muy, así como en plan; vaaaa no me seáis lloronesss… Finalmente les han dejado una “caseta”, pero mucho más próxima a la zona de “juegos” que a las de lectura. Tal vez, alguien de nuestro Ayuntamiento se avergüenza de los muchos autores que tiene su pueblo, que podrán ser buenos o como yo, malísimos de la muerte, pero que, aun así, trabajamos mucho. Es por esto el que me parezca, y ni soy de esta asociación, ni lo soy de ninguna otra, de un gusto pésimo, aparte de una enorme falta de respeto, lo que se está haciendo con quienes fueron, para mí, parte fundamental en tener lo que hoy tenemos y que solo es cuestión de mantener.

Es de bien nacido el ser agradecido, decía mi abuelo, se ve, que otros no tuvieron abuelo, es una pena, todo el mundo debería de tenerlos por un tiempecito bueno, aunque fueran adoptados. Y claro, viendo las carencias que veo, desde ya, me ofrezco como abuelo adoptable para alcaldes, concejales y amantes de los bocatas de mejillones y/o calamares, odien o amen la política. Dicho esto, me cabe una duda; como en el teatro se cobra entrada, también en los conciertos y en diversos museos. ¿la concejalía que los lleva, es también la de comercio? Porque si es así, vamos listos entre tanta churra y tan poca merina.