Al hilo de la situación tan deleznable y esperpéntica que estamos viviendo , en la que unos y otros se acusan de golpistas, fascistas, extrema derecha o bien de amigos de los bilduetarras, de los separatistas y un sinfín de cosas más, me viene a la cabeza la situación del Elche decimonónico, aquel que estaba en los albores del siglo XX.
Una población de no más de 20.000 almas, que estaba iniciándose en el mundo del calzado gracias a José María Buck Miralles de Imperial y a Matías Guillén Ferrández, donde se alternaban en el poder el partido conservador y el partido liberal. Políticos locales como Tomás Alonso, Andrés Tarí, Manuel Gómez, Alberto Ganga, Vicente Sansano, José Pascual o José Vives, se dirigían improperios en los rotativos El Pueblo de Elche,La Voz de la Verdad, La Industria y el Pueblo, La Semana, Acción, Trabajo o La Defensa, por citar algunos.
El sistema de la Restauración, a pesar de buscar un turnismo pacífico en el poder, pese a tener una Carta Magna, la de 1876, fue una época en la que las garantías constitucionales se suspendían cada dos por tres, se censuraba la prensa, se ponían sanciones económicas e incluso había destierros.
Distintas leyes como la Ley Nocedal (1857), la Ley Cánovas (1864), la Ley Gullón (1883) o la Ley de Jurisdicciones de 1906, sirvieron para dar pasos lentos pero firmes hacia lo que conocemos hoy como Libertad de Prensa. Una libertad que nos agrada cuando somos críticos y que también deberíamos aceptarla cuando son críticos contra nuestra persona, pensamiento o forma de actuar.
No fue un periodo, el de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en el que brillase la democracia , donde el ciudadano no podía votar si no tenía unas rentas altas o si no era varón . Creo que no hemos tenido una democracia tan consolidada como la que tenemos hoy en día, es por ello que debemos defenderla a ultranza de los “profesionales de la política”.
Uno, que ronda las cuarenta y cinco primaveras, y que ha vivido siempre en democracia, que ha estudiado la prensa ilicitana en su Proyecto de Tesis(1836-1939), es conocedor del tema y está harto de las amenazas constantes de unos y de otros, y que ve que los que pierden son siempre los que están en medio, el pueblo, ese pueblo que está bastante más formado y preparado que antes. Ese ciudadano que no acepta un no por respuesta y que debería ver en el político de turno ese modelo a seguir, ejemplo de honradez y profesionalidad, y no lo está viendo.
Los plenos municipales de nuestro municipio no son tan diferentes a los de hace más de una centuria, es cierto que los partidos anti sistema no entraban en el juego político y que los dinásticos se alternaban en el poder , pero las necesidades del ciudadano de a pie, eran las que interesaban a la mayoría de los políticos de antaño y deberían ser, esas preocupaciones, las que interesen a los ediles de hogaño.
Tres de mis cuatro abuelos fueron concejales en el Excmo. Ayuntamiento de ELCHE( dos por parte de PCE y uno de FET. JONS ) , algunas personas me preguntan si voy a dar el paso a la política . Hay muchas posibles respuestas pero siguiendo al filósofo griego Demócrito ( siglos V-IV a. C), bastaría con un “ Quien procede injustamente es más desgraciado que la víctima de su injusticia”.
